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Advertencia de pediatras sobre cómo deben usar barbijos los niños

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El fin de semana pasada pasado, niños, niñas y adolescentes de hasta 15 años que viven en nuestra ciudad pudieron salir por primera vez a la calle para hacer un tras cumplir casi 60 días de aislamiento preventivo obligatorio (ASPO)​. La medida, que los habilita a salir un día del fin de semana de acuerdo a la terminación del DNI del adulto que los acompañe, establece que los mayores de seis años deben llevar tapabocas en forma obligatoria. Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) emitieron advertencias sobre cómo deben usarse en forma correcta y los tamaños aconsejados para evitar lesiones; así como recomendaciones para acompañar a aquellos chicos y chicas a los que ver a las personas con el rostro cubierto puede generarles angustia.

La mayor preocupación manifestada por el Comité de Prevención de Lesiones de la SAP está centrada en la comercialización y uso de mascarillas en menores de dos años: poner máscaras faciales en bebés y niños para protegerlos de una potencial infección por coronavirus​ “podría ser mortal”, afirman.

“Cuando las autoridades sanitarias de distintos municipios y luego el Ministerio de Salud y sociedades científicas anunciaron que todas las personas podrían o deberían usar cubiertas de tela, tapabocas o barbijos caseros, para evitar la propagación del nuevo coronavirus, gran cantidad de personas en todo el mundo emprendieron la confección de máscaras caseras y los pediatras comenzamos a observar su utilización en niños pequeños pese a las recomendaciones oficiales de no usarlas en menores de 2 años . Alcanza solo una pequeña búsqueda en sitios de venta on line para encontrar numerosas ofertas”, apuntan desde la institución y alertan: “La asfixia involuntaria es la principal causa de lesiones y muerte en los bebés. La mayoría de las veces ocurre mientras los bebés duermen, pero una máscara facial de tela también podría afectar la respiración”.

Es que -explican- las máscaras podrían dificultar la inhalación y la exhalación a los menores de dos años debido a que tienen vías respiratorias más pequeñas, por lo que tienen que trabajar más para absorber oxígeno a través de una máscara y pueden reinhalar el dióxido de carbono espirado. Además, en el caso de que pudieran advertir las dificultades para respirar no pueden comunicarse fácilmente para expresarlo y tampoco pueden quitarse la máscara ellos mismos, lo que podría provocar asfixia. “También existe el riesgo de que el bebé intente quitarse una máscara o enganches en sitios salientes y que la máscara y sus cintas se enreden pudiendo causar lesiones por atrapamiento o ahorcamiento”, advirtieron.

Quiénes, cuándo y dónde deben usar tapabocas

Desde la SAP señalan que la utilización de mascarillas higiénicas o tapabocas es recomendable recién a partir de los 3 años ​(en la Ciudad se dispuso que en forma obligatoria deben usarlo los mayores de 6). Al igual que en los mayores, para que sean efectivas, deben ser usadas correctamente. “Tanto la colocación, como el uso y la retirada de la mascarilla en los niños debe estar siempre supervisada por un adulto”.
El uso correcto implica lavarse las manos antes de ponerse una máscara u otra cubierta y luego evitar tocarse la cara una vez que esté puesta. “Eso es difícil de hacer cumplir entre los niños, especialmente los niños pequeños. Puede provocar que un niño se toque la cara con mayor frecuencia, lo que aumenta el riesgo de contraer coronavirus”.
Además de los bebés, ningún chico que tenga problemas para respirar, esté inconsciente o que no puede quitarse la máscara por sí mismo debe usar una máscara facial, precisan.

¿Dónde deben utilizarlas?

En lugares públicos donde es difícil mantenerse a más 2 metros de distancia de otras personas, en lugares cerrados y de aglomeración (transporte público, supermercados, bancos o farmacias en una tienda de comestibles o farmacia) y en áreas donde el virus se ha propagado rápidamente.
No obstante, advierten que lo más importante es mantener el distanciamiento social y que los miembros de la familia se laven las manos antes de tocar al bebé o al niño pequeño.
“Los niños tocan todo: si tocan cualquier superficie donde pueda estar presente el virus, y luego termina tocando su máscara facial, puede introducir el virus a través de diferentes orificios”, señalan los pediatras y recomiendan:
“Para los más pequeños que pueden no entender por qué no pueden correr hacia las personas o tocar cosas que no deberían, el mejor enfoque es mantenerlos en casa y en espacios alejados de otras personas y superficies comunes”.
Máscaras mojadas=máscaras sucias. “Los niños babean, escupen y expulsan sus secreciones de sus narices. Todo esto podría humedecer la tela de una máscara o una cubierta de tela. Y cuando tocan la máscara y luego tocan otra superficie, pueden ser una fuente de infección”.

Desde el comité de lesiones de la SAP aclaran que no hay máscaras N95 aprobadas para niños pequeños y que ese tipo de barbijos deben reservarse para personal de salud.
En cuanto al uso de tapabocas para hacer actividad física, sostienen que aún no hay consenso al respecto. “Podría producir mayor esfuerzo respiratorio con mareos, los eventos graves o súbitos se darían en personas con alguna condición cardíaca o respiratoria previa. Si es una actividad recreativa no habría inconvenientes, siempre y cuando no se trate de un barbijo de tela hermética o poco porosa. Se debe elegir un barbijo que permita buena entrada de aire. De todas maneras cabe recordar que el distanciamiento es la medida más efectiva para evitar contagios respiratorios”.

¿Por qué puede ser útil una máscara?

De acuerdo a la evidencia disponible hasta el momento, niños, niñas y adolescentes tienen significativamente menos probabilidades de enfermar gravemente que los adultos, y es más frecuente que presenten cuadros leves o subclínicos, no obstante pueden transmitir el virus a sus familiares.
Por eso, en caso de estar enfermos incluso sin manifestar síntomas, usar una máscara de tela puede evitar que las gotitas respiratorias que transmiten el virus y son expulsadas al hablar, toser o estornudar, caigan sobre otras personas. Insisten en que los chicos no son un grupo vulnerable frente al coronavirus
“Los revestimientos faciales no médicos no ofrecerán protección completa para usted o su hijo, pero si se usan adecuadamente, son mejores que nada”, dicen desde la SAP.
Pequeñas caras, grandes máscaras
Para que sea efectiva, la máscara debe ser del tamaño correcto y debe estar bien ajustada, algo que puede ser dificultoso en un niño pequeño. “Un ajuste ceñido le dará menos acceso al aire, y un ajuste holgado no proporcionará mucha protección”, advierten.

El tapabocas debe cubrir la nariz, la boca y la barbilla. A modo de orientación, la SAP recomienda las siguientes medidas:
-Pequeña: para niños de 3 a 5 años (con medidas de 5,5 cm x 13 cm)
-Mediana: para niños de 6 a 9 años (6,5 cm x 15 cm)
-Grande: para niños 9 a 12 años (8,5 cm x 17 cm)
-Tamaño adulto se aconseja para niños mayores de 12 años en adelante.

Cómo ayudar si tienen miedo

“Para algunos niños, las máscaras pueden ser aterradoras, aterradoras en sí mismas y aterradoras como recordatorios de la amenaza de infección y los tiempos generalmente aterradores por los que vivimos”, apuntan desde la Sociedad Argentina de Pediatría. “Para muchos niños, ver a sus padres usando máscaras cuando van y vienen, o salir, incluso con un distanciamiento social total, en un mundo donde la mayoría de las personas usan máscaras, puede ser desconcertante, aterrador o simplemente una fuente más de tristeza”, añaden.

¿A qué se debe? Una razón por la que los más pequeños pueden encontrar las máscaras desconcertantes es que la capacidad de reconocer y leer caras es mucho más débil en los niños en ellos de lo que será en la adolescencia.
Los niños menores de 6 años tienden a prestar atención a las características individuales, en lugar de reconocer a la persona como un todo. “Por ejemplo, prestan atención al tamaño de la nariz o la forma del ojo”. Pueden tener problemas para reconocer incluso las caras conocidas cuando algunas de esas características no están completamente visibles. “Por lo tanto, los amigos y vecinos, vistos desde la distancia, que usan máscaras pueden parecer más desconocidos para los niños que para los adultos”.

Dado que el uso de máscaras cubrebocas elimina para niños y niñas pequeños parte de la información de la identidad, edad y emoción de las personas, desde la SAP aconsejan:

-Al principio, padres y madres deberían ponerse y sacarse la máscara varias veces, para que los chicos vean que siguen siendo ellos.
-Los niños con trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y ansiedad social pueden ser particularmente vulnerables.
-Es importante explicar a los niños que las personas usan máscaras como una forma de ayudar a los demás; de lo contrario, suponen que es porque eres peligroso. Los niños deberían pensar en esto como un acto de responsabilidad social. Puede ser beneficioso compararlo con el lavado de manos, como algo que se hace para cuidarse, pero también para ayudar a proteger a los demás.
-Podrían ser útiles las máscaras informales. Elija tela divertida, deje que los niños la diseñen para ellos y sus padres, que sea una actividad artesanal y también un juego. Se puede practicar poniéndolos y quitándolos en la casa por diversión, tratando de leer las expresiones faciales de los demás con solo los ojos mientras una máscara está puesta.
-Podría ayudar a los niños relacionar el tema con superhéroes. Para eso se les puede explicar que el personal de salud son héroes que protegen y ayudan a otras personas, y las máscaras son parte de sus uniformes. Los niños pueden entender que también pueden ser superhéroes y proteger a otras personas de los gérmenes usando estas máscaras por un tiempo.

Fuente: Clarín

Esta entrada ha sido publicada el 21 de mayo, 2020 16:12

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Etiquetas: tapabocas