¿Tiembla Madonna? La próxima reina del pop podría ser una inteligencia artificial

JukeBox es un sistema capaz de crear canciones pegadizas, que también se anima a otros géneros como el country, el hip-hop y el heavy metal.

Ni Britney, ni Gaga. La próxima postulante a quitarle a Madonna la condición de “reina del pop” es una inteligencia artificial que ya demostró habilidades para componer melodías del género. Aunque también se anima a otros estilos, e incluso canta sus propias canciones.

El ingenio lleva por nombre JukeBox y, en concreto, es una red neuronal diseñada por OpenAI, una organización sin fines de lucro que se especializa en inteligencia artificial. Anteriormente, ellos habían enseñado al mundo los avances de MuseNet, una IA que también creaba canciones, aunque más rudimentarias. Podés ver más detalles en esta nota.

Igual que la mayoría de los sistemas de su especie, JukeBox funciona luego de un adiestramiento; es decir, recibe datos y luego se maneja en base a esa información. En este caso, se entrenó con 1.2 millones de canciones.

Cómo funciona

En la práctica, hay que indicarle un género, un artista y elegir algunas letras de canciones, para que JukeBox componga. También puede hacerlo al escuchar los primeros segundos de una canción y luego se las arregla para completarla. Un ejemplo a continuación. En este caso, una composición con el estilo de Katy Perry.

Tal como notan en Technology Review, la música generada con computadoras tiene un recorrido de aproximadamente cinco décadas. Además, en los últimos años conocimos sistemas de inteligencia artificial que también se lanzaron a esa tarea a priori creativa, en muchos casos relacionándose con música clásica.

“Es mucho más fácil para una máquina generar algo que suene como Bach, que hacerlo con Los Beatles”, señala la fuente y explica que el género clásico tiene una base matemática con la que la composición con IA se siente más cómoda.

Lanzarse a otros géneros (JukeBox lo consigue no sólo con el pop, sino también con heavy metal, hip-hop y country, entre otros) es un paso importante para este tipo de creaciones artificiales. En todo caso, lo que están haciendo es imitar el modo en que trabajan los humanos, más que componer por cuenta propia.

El gran desafío de JukeBox es, no sólo comprender y emular melodías, sino también voces humanas y otros niveles de expresividad más sutiles, según comentan los responsables del desarrollo. “Elegimos trabajar en la música porque queremos seguir empujando los límites de los modelos generativos”, dicen en el sitio web de la iniciativa, y al mismo tiempo dan cuenta de las limitaciones de su invento al reconocer que “si bien representa un paso adelante en la calidad musical, la coherencia, la duración de la muestra de audio y la capacidad de condicionar el artista, el género y la letra, hay una brecha significativa entre estas generaciones y la música creada por humanos”.

Por lo demás (aunque en vínculo estrecho con la forma de aprender de la máquina) desde OpenAI comentaron que planean iniciar una investigación para analizar cuáles son las consecuencias que las creaciones con inteligencia artificial trae en términos de derechos de propiedad intelectual. ¿Puede simplemente basarse en una canción de Katy Perry (o de cualquier otro artista), reconocer esa inspiración, y no tener obligaciones de ningún tipo?

Fuente: TN