Banda de las pastillas: Cuáles son las pruebas que complican a los acusados

Mañana la fiscalía presentará el pedido de procesamiento para todos los implicados en la causa de la Banda de las pastillas.

Esto incluye a los seis detenidos (Guido Gentili, Francisco Salazar, Danilo Acota,  Javier Selvaggio, Mariano Trellini y Matías  Cragno) y los tres propietarios de El Reino (Federico Isla Vieyra, Lucio Serrón y Mauro Simón)

El requerimiento del fiscal Antonio Castaño se basa en dos extensas investigaciones. Una comenzada en 2014 y la otra a principios de este año.

Según los investigadores, hay pruebas muy fuertes que complican a todos los imputados. En el allanamiento en El Reino secuestraron 70 pastillas de éxtasis, 30 papelitos de ketamina y marihuana. Pero hay más.

La fiscalía cree que la organización era liderada por Guido Gentili con la colaboración de Danilo Acosta y Francisco Salazar. En los seguimientos realizados por el personal de la Prefectura, los efectivos pudieron ver a Gentili coordinando los movimientos dentro del boliche con el resto de los involucrados. Además sostiene que a partir del acercamiento entre Gentili, Salazar, Facundo Francisco y Maximiliano Borja, comenzó la venta de la droga sintética en las fiestas que organizaban.

En la casa de Acosta la justicia secuestró 6 frascos de Ketamil, el elemento necesario para “cocinar” la ketamina. En esos recipientes había 50 ml de Ketamil. Según un informe de la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Nación, que consta en la causa, con eso se pueden hacer 83 dosis de ketamina.

Por lo tanto, para la fiscalía, no es creíble que pueda argumentarse que esa droga es para consumo personal y por el contrario muestra una clara intención de lucro por parte de Acosta. Es decir, la “cocinaba” para venderla. Además, en el lugar se encontraron papeles para envolver las dosis fraccionadas.

Por eso también la fiscalía se opuso al pedido de excarcelación formulado por la defensa de Acosta.

Además consta en la causa que el contrato de alquiler del boliche fue firmado por Javier Selvaggio y que el responsable del pago era Mariano Trellini. Además se los acusa de promocionar las fiestas y comercializar las drogas. El fiscal sostiene que todos se combinaban para la organización de las fiestas y para obtener un lucro económico de la venta de estupefacientes que se hacía allí.

Algunos de los detenidos intentaron recuperar la libertad. Sus abogados hicieron presentaciones y todas fueron rechazadas. La justicia sostiene que existe peligro de fuga (hay dos imputados que todavía no aparecen) y que pueden entorpecer la investigación. Esto último quedó claro en la audiencia de apelación por el pedido de libertad de Matías Cragno. Allí la fiscalía expresó que, pese a estar detenido, Cragno (o alguien de su confianza) borró de Facebook todos los contactos relacionados con fiestas electrónicas. Creen que en libertad podría eliminar más pruebas.

Los bolicheros

La fiscalía sostiene que los propietarios de El Reino sabían que se vendía y consumía droga durante las fiestas electrónicas organizadas en su boliche.  En la investigación quedó claro que, si bien alquilaban el local, aportaban el personal de seguridad para las fiestas. Ese mismo personal que debió socorrer a dos jóvenes que se descompensaron por el consumo de drogas.

Además, en las promociones de las fiestas, se anunciaba que iban a contar con personal de enfermería y con dispensers de agua potable en los baños. Elementos que no se ofrecen en ningún boliche y que están claramente dirigido al público consumidor de drogas sintéticas.

Por eso el fiscal Castaño cree que actuaron como facilitadores del lugar para que se consuman drogas y se concrete el negocio, beneficiándose con el cobro del alquiler a los organizadores.

 

Las drogas

El expediente judicial contiene un informe de una las toxicólogas del Hospital Municipal que más trabaja con los casos de intoxicación con estupefacientes. La Dra Roxana Bertrand explicó cuáles son los efectos en el consumo de éstas drogas.

En cuanto al éxtasis, la profesional señaló que genera un efecto psicodélico que dura de 3 a 6 horas. En promedio se consumen dos dosis. En el boliche se secuestraron 70 pastillas. La fiscalía entiende que con eso queda claro que no eran para el consumo de los detenidos, sino para la venta.

Bertrand explicó que, al igual que con otras drogas, rara vez se usa sola. No es raro que los usuarios la mezclen con otras sustancias como alcohol y marihuana. También secuestraron marihuana en El Reino.

El éxtasis puede producir una variedad de efectos adversos a la salud, incluyendo náuseas, sudoración, contractura involuntaria de músculos de la mandíbula, calambres musculares y visión borrosa. También los síntomas pueden incluir hipertensión arterial, sensación de desmayo, ataques de pánico y hasta pérdida de conocimiento y convulsiones.

La deshidratación que se puede generar es producto del metabolismo acelerado, tanto por el movimiento continuo por las horas de baile, como por la el calor corporal que puede desarrollar quien consume esta droga.

Otra de las drogas que se vendía en las fiestas es la ketamina. En las fiestas electrónicas se la conoce como K, Keta, Special K, Heroína Tecno o Cocaína de los Ángeles.

Según el informe presentado por la Dra. Bertrand, la droga puede provocar anorexia, vómitos, náuseas, elevación del pulso y presión arterial. Varias dosis pueden generar problemas respiratorios y fallos en el corazón. Si se combina con alcohol o barbitúricos puede producir una parálisis del sistema respiratorio. Bertrand advierte que si la persona pierde el conocimiento o deja de respirar hay que llamar a una ambulacia.

A las fiestas fueron dos ambulancias a asistir a personas que se descompensaron. Además, como mencionamos, se promocionaba la presencia de personal de sanidad y de dispensers de agua potable en el baño. Para la fiscalía no hay duda de que  todos sabían lo que ocurría en esas fiestas, incluidos los dueños del boliche.

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