Familiares, amigos y también vecinos de la comunidad de Ingeniero White marchó esta tarde por la muerte de Rodrigo Borquez, un chico de 15 años que falleció hace un mes mientras inhalaba gas butano.
El joven sufrió una convulsión que desencadenó en un paro cardiorrespiratorio, llegando sin vida al hospital de la localidad portuaria.

Lo cierto es que la modalidad de consumir este tipo de “droga económica” está cada vez más instalada en los adolescentes, que buscan lograr un estado de alteración mental. Su madre, Carina, habló para concientizar a los jóvenes y aún le quedan dudas sobre qué sucedió ese día.