El Gobierno oficializó, a través de una resolución del Enargas, la marcha atrás por dos meses de las subas en la tarifa social del gas. La norma indica que las distribuidoras deberán volver a bonificar el 100% del consumo de gas hasta julio.
Si las firmas como Metrogas o Gas BAN hubieran cobrado esos valores o emitido la facturación que incluyan días de esos meses, tendrán que hacer “los cálculos pertinentes a fin de determinar la diferencia que corresponda y proceder a asignar el crédito que surja por la bonificación para tales días, en la próxima emisión“.
La suspensión de los aumentos de la tarifa social fue resultado de una negociación entre Cambiemos y sus aliados radicales, que pedían morigerar el aumento tarifario. Fue el inicio de la discusión por las tarifas, que terminó la semana pasada con el veto presidencial sobre la ley que ataba los incrementos a los salarios.
A fines del año pasado, el Gobierno había limitado los alcances de la tarifa social en el gas: antes, las familias que tenían ese beneficio sólo debían pagar por los servicios de transporte, de distribución y los impuestos de cada factura, mientras que el consumo del gas en sí mismo estaba enteramente subsidiado por el Estado.
En cambio, con el último aumento, se decidió subsidiar el equivalente de consumo correspondiente a la categoría de usuario R1 distribuido mensualmente en metros cúbicos (m3) por mes.
Así se convergió a un esquema parecido al de la tarifa social de electricidad, con un cupo de gas 100% subsidiado, luego otro cupo con un subsidio del 75% y el resto, con precio pleno, similar al de los usuarios sin beneficio social.
Fuente: Clarín