Francisco “Panchi” Olivieri nunca imagino que su viaje a Ecuador iba a terminar así. Partió de Bahía con su mochila en enero y su retorno estaba previsto para el 24 de marzo, pero no se concretó.
Pachi, estudiante de Comercio Exterior y Aduanas, es uno de los 500 argentinos que permanecen varados en Ecuador, país que ya registra el mayor número de muertes por coronavirus.
Dos días antes de su regreso, comenzó a sospechar que la vuelta tan anhelada no se iba a producir y finalmente lo supo: no pudo regresar al país por las restricciones a la circulación que rigen en distintas naciones.
Francisco contó angustiado que se asustó mucho cuando supo que no iba a poder volver y que no tuvo más alternativa que aceptar lo que pasaba. Y agregó que “en Guayaquil están mucho peor que en Quito, las imágenes que se ven, son reales. Dejan a las personas muertas en la calle, en las veredas, en las casas. No los van a buscar y los queman”.
Ahora instalado en un hostel en Quito, espera noticias diplomáticas con el nuevo esquema de vuelos internacionales de repatriación que comenzarían la semana que viene. La Cancillería ya informó que analiza la situación en cada uno y traza planes de asistencia específicos. También dijeron que las posibilidades de organizar el regreso de los ciudadanos que están en Ecuador es compleja por las restricciones que ese país estableció para prevenir la proliferación del coronavirus, pero que están elaborando un plan específico de asistencia dentro del plan general dispuesto por el gobierno.
