Un joven en un auto se negó a someterse a un control de alcoholemia durante casi 5 horas, desde temprano en la mañana del viernes.

Finalmente, se convenció gracias a la intervención de la Policía y personal de la Guardia Urbana, dejando de poner resistencia.

Su padre llegó con los papeles del coche pero en medio del nerviosismo acabó dañando el parabrisas y un cristal lateral del auto.

La Policía destacó su trabajo pacífico y seguro, a pesar de la situación.

La última modificación de ley de alcohol cero en la provincia de Buenos Aires prevé una sanción de 18 meses por obstruir procedimientos de control, aunque puede ser menor si se acredita que el vehículo contaba con documentación reglada, aunque no portada al momento del operativo.