Hace más de un mes que vienen con varias denuncias realizadas al 107, por las fiestas clandestinas que se realizan en el salón del 9 de julio y Charlone con grandes equipos de audio. Según contaron los denunciantes les tiemblan las paredes a los vecinos, le vibran los vidrios.

El sábado pasado, después de varias llamadas a la policía y sin recibir respuesta alguna, un vecino salió, llegó a la esquina y les pidió por favor que la cortaran, que bajaran el volumen.

Pero se llevó una incómoda situación, el hombre que alquila el lugar, más el jefe de seguridad, lo golpearon y como su casa, que está a 20 metros, se quisieron meter de prepo en su vivienda. Le pegaron en la nuca y también contra el portón.

El propio damnificado, Juan Pablo Corradeti, habló con Canal Siete y manifestó su preocupación y esperando que desde el Municipio les den una respuesta para evitar problemas mayores.