Tras el incendio de la semana pasada en una carpintería familiar en Drago 976, José Luis Álvarez, dueño del lugar resguarda el lugar para evitar ingresos y riesgos de derrumbe, asumiendo la responsabilidad por la seguridad.
Según contó la carpintería tiene una historia familiar desde 1912 en Bahía Blanca y busca reubicarse en otro lugar para continuar con sus trabajos.
A pesar de las pérdidas materiales millonarias, aseguran a sus clientes que cumplirán con los trabajos pendientes, aunque posiblemente con demoras.
Además le dijo a Canal Siete, que los vecinos cercanos muestran comprensión y preocupación, aunque el riesgo de derrumbe impulsa a la municipalidad a solicitar una demolición planificada.