Mirtha Quintrileo Carrillo tiene 76 años está desesperada. El 17 de diciembre sufrió un accidente y se fracturó una de sus muñecas. “Fractura de radio distal desplazada”, dice el informe médico.

A partir de ese momento comenzó la odisea. Su médico le recomendó una intervención quirúrgica para la colocación de una placa. Ese elemento debía ser proveído por el PAMI. Sin embargo, lo que parecía un trámite administrativo sencillo se complicó.

Ya pasó un mes y la placa no llega. “El dolor es insoportable”, asegura la mujer.

Su hija, Ivana, en diálogo con Canal Siete, explicó que por la demora en la llegada la placa, el hueso comenzó a soldar en una mala posición. “Ahora necesita que la atienda otro especialista, pero tampoco se consigue”, explicó.

“Ya me dijeron que la mano no le iba a quedar bien”, señaló Ivana, que va todos los días a las oficinas de la obra social de los jubilados y pensionados, pero todavía no tiene ninguna respuesta.