El panorama económico del año pasado dejó un amargo sabor para muchos consumidores, especialmente cuando se trata de la compra de alimentos básicos. Los incrementos en los precios, que superaron ampliamente las tasas de inflación, golpearon fuertemente a productos como las pastas y el arroz.

Sin embargo, recientes tendencias muestran signos de alivio en el mercado alimentario. Algunos artículos, han experimentado una caída de precios entre un 10% y un 15%. El azúcar ha registrado una baja de aproximadamente un 20%. Estos descensos llegan después de drásticos aumentos postelectorales, donde ciertos productos llegaron a cuadruplicar su precio en tan solo un mes.

A pesar de que los precios continúan su ascenso, febrero ha marcado una desaceleración en el ritmo de aumento. La mayoría de las empresas han ajustado sus precios entre un 10% y un 15%, en comparación con los alarmantes incrementos del 20% al 25% registrados en enero.

Daniel Acuña, de la Cámara de almaceneros, dijo a Canal Siete, que el comportamiento del consumidor refleja un gasto más cauteloso, derivado de un menor poder adquisitivo. Esto se traduce en la búsqueda de ofertas diarias y descuentos en productos próximos a su fecha de vencimiento.

Además contó que el mercado ha presenciado un cambio notable hacia marcas de segundo y tercer nivel, debido a los precios exorbitantes de las marcas principales. Esta tendencia se ha visto exacerbada por los retrasos en los pagos de los supermercados y mayoristas, lo que impacta directamente en las empresas más pequeñas del sector.

Mientras tanto, el sector empresarial se enfrenta a desafíos constantes para mantener un equilibrio entre la rentabilidad y la accesibilidad de sus productos en un mercado cada vez más volátil.