El dengue se ha convertido en un tema para ocuparse en Bahía Blanca, donde las autoridades y expertos hacen un llamado a la prevención para evitar la propagación de esta enfermedad. En un reciente análisis, se evidenció que no solo las personas que viajan a zonas determinadas del país, son vulnerables, sino también aquellas que residen en áreas donde los mosquitos portadores del virus pueden proliferar.

El contagio dentro de una misma familia es una realidad, ya que un mosquito infectado puede picar a varios miembros, propagando así la enfermedad. La situación se agrava con la alta cantidad de personas que viajan a zonas de riesgo y luego regresan a Bahía Blanca, donde los mosquitos locales pueden transmitir el virus.

En este escenario, la prevención se vuelve crucial. Desde hace años, tanto las autoridades municipales como nacionales han impulsado campañas de concientización sobre la importancia de eliminar reservorios de agua limpia en los hogares y patios, ya que son lugares propicios para la reproducción de mosquitos. La descacharrización, es decir, la eliminación de recipientes que puedan acumular agua, se presenta como una estrategia efectiva para combatir la proliferación de mosquitos.

A pesar de los esfuerzos de prevención, es importante destacar que el dengue puede presentarse de forma asintomática o con síntomas leves en un porcentaje significativo de casos. Esto dificulta la detección temprana y aumenta el riesgo de propagación.

Si bien la vacunación puede ser recomendada en zonas puntuales, en el caso de Bahía Blanca, donde se ha alertado sobre la circulación autóctona del virus, las autoridades no consideran necesaria su aplicación en este momento. En cambio, se enfatiza en la importancia de mantener medidas preventivas y estar alerta ante cualquier síntoma que pueda indicar la presencia de la enfermedad.