Tras tres meses del trágico temporal que golpeó a Bahía Blanca y al Club Bahiense del Norte, Ariel Ferro y su hijo Valentín comparten su experiencia. Ariel, aún en rehabilitación, recuerda el momento en que la pared se derrumbó, mientras que Valentín relata cómo recibió el impacto y su posterior escape.

Después de 74 días en el hospital, Ariel acepta la realidad y se esfuerza por recuperarse física y emocionalmente. A pesar de las dificultades, ambos destacan la importancia de seguir adelante y valorar la vida.

Valentín, quien estudia para ser contador público, se encuentra recuperándose de una leve fractura en el cuello. A pesar de las lesiones, está determinado a retomar sus estudios y seguir adelante. Ariel, quien trabaja como encargado en una distribuidora, agradece el apoyo recibido de colegas y amigos durante este difícil período.

El impacto en la familia también se sintió en la pasión por el patinaje de la hija de Ariel, quien estaba practicando con su equipo durante la tormenta. A pesar del miedo inicial, tanto Ariel como su hija están decididos a seguir adelante y retomar sus actividades.

Ariel destacó la importancia de aceptar lo que sucedió y buscar el equilibrio emocional. Con un mensaje de esperanza y perseverancia, tanto Ariel como Valentín inspiran a otros a enfrentar los desafíos con determinación y optimismo pese a las adversidades.