María Guadalupe Morales, Licenciada en Terapia Ocupacional, ha hecho un llamado a la sociedad para seguir derribando mitos y eliminando barreras que limitan la participación de las personas autistas en la vida cotidiana. A pesar de que estamos en el año 2024, aún persisten dudas y conceptos erróneos que afectan a esta comunidad.
Uno de los mitos más comunes, según Morales, es la idea de que las personas autistas están encerradas en su propio mundo, desinteresadas en participar o incapaces de establecer relaciones sociales, aprender, trabajar o estudiar. Estas concepciones erróneas, señala, son graves ya que desvinculan a la sociedad de su responsabilidad en la generación de barreras que impiden la participación plena de todas las personas.
Bajo el nuevo modelo social de discapacidad, se entiende que la discapacidad no reside en la persona, sino en un ambiente que no ofrece oportunidades equitativas de participación. Por lo tanto, es crucial eliminar las barreras actitudinales que limitan la participación de quienes son diferentes.
Morales destaca la importancia de entender la diversidad como un valor y reconocer que todos tenemos distintas necesidades de apoyo para participar plenamente en la vida. En el caso del autismo, esto implica adaptar el entorno físico y social para facilitar la participación, desde funciones especiales en el cine hasta horarios silenciosos en supermercados y señalizaciones inclusivas en espacios públicos.
Es fundamental, añade Morales, adoptar una actitud amable hacia la diversidad, sin juzgar y fomentando la participación de manera respetuosa. El autismo es una condición de neurodiversidad funcional, donde el cerebro se desarrolla y funciona de manera diferente, requiriendo apoyos específicos para participar plenamente en todos los aspectos de la vida cotidiana.