El panorama de la atención médica en los hospitales privados bahienses, refleja una realidad preocupante que enfrentan muchas instituciones de salud en el país. Según Walter Villalba, subdirector del hospital Privado del Sur, la cantidad de pacientes atendidos ha disminuido notablemente en comparación con años anteriores.

Las razones son diversas, pero una de las principales es el cambio en las prioridades de la población, con las obras sociales perdiendo afiliados y la atención médica quizás pasando a un segundo plano frente a otras necesidades.

“Los números son reveladores: las cifras de internación son sorprendentemente similares a las de la crisis económica que azotó al país en 2001 y 2002. Este dato es un llamado de atención sobre la magnitud de la situación actual. El Hospital Privado del Sur, al igual que muchas instituciones similares, opera sin ningún subsidio significativo, dependiendo en gran medida del trabajo de su personal y de los recursos que generan internamente”, sostuvo.

Hasta hace poco, el hospital recibía un subsidio conocido como FESCAS, anteriormente llamado REPRO y ATP. Este subsidio, destinado directamente a los empleados, representaba el 10% de sus ingresos. Sin embargo, esta ayuda ha cesado, dejando al hospital en una situación aún más precaria.

“La inflación es otro factor crucial que afecta la viabilidad financiera del hospital. Mientras que el índice general de inflación se situó en torno al 230-220% el año pasado, la “inflación médica”, que afecta los costos de los insumos y servicios médicos, es aún más alta. Este incremento constante de los costos, combinado con retrasos en los pagos por parte de las obras sociales, pone en aprietos la capacidad del hospital para operar de manera efectiva”, manifestó Villalba.

Los retrasos en los pagos por parte de las obras sociales son una realidad cotidiana para el hospital. Las facturas pueden demorar hasta 90 días en ser abonadas, lo que ejerce una presión financiera significativa sobre la institución. Esta situación dificulta la capacidad del hospital para mantenerse al día con los pagos de salarios y adquisición de insumos esenciales, lo que pone en riesgo la calidad de la atención médica que pueden brindar.