Desde hace unos meses, se inició un proyecto en colaboración con APAdeA, destinado a mejorar la accesibilidad comunicacional en el transporte urbano. Este esfuerzo se ha centrado en hacer más inclusivo el uso de los colectivos para personas con condiciones del espectro autista y aquellos que no están alfabetizados, beneficiando así a una amplia población.

El proyecto comenzó con una fase de validación rigurosa, donde se realizaron diversas pruebas para asegurar de que las soluciones propuestas fueran efectivas. Actualmente, están en la etapa de implementación efectiva, materializando una idea que era no solo necesaria, sino también largamente esperada por la comunidad.

La pieza central del proyecto son los pictogramas especialmente diseñados, que proporcionan instrucciones claras y visuales para los usuarios del transporte público. Estos pictogramas están pensados para anticipar a las personas sobre cómo manejarse dentro del colectivo, ayudándoles a seguir una serie de pasos de manera sencilla y efectiva.

Al abordar el colectivo, los usuarios encuentran una agenda que les indica, paso a paso, las acciones necesarias: cómo subir al vehículo, pagar el pasaje, sentarse correctamente y cómo avisar al conductor cuando necesitan descender. Además, se han señalizado los lugares donde pueden estar parados o sentados durante el viaje, facilitando la orientación y el confort de todos los pasajeros.

Este proyecto no solo responde a un requerimiento comunitario, sino que también representa un avance significativo en la inclusión y accesibilidad en el transporte urbano. La implementación de estas guías visuales hace que el uso del colectivo sea una experiencia más accesible y menos estresante para muchas personas, promoviendo la autonomía y la seguridad de todos los usuarios.