Luego de atravesar una de las tragedias más devastadoras que dejó la inundación del 7 de marzo en Bahía Blanca, la pérdida de su abuela, Anastacia Agüero de Rueda, y la destrucción total de sus pertenencias, Luca empieza a reconstruir su vida con una herramienta clave para su presente y su futuro: una nueva computadora.
Gracias a la colecta impulsada por el Grupo Académico UNS y su voluntariado “Adelante Bahía”, el joven estudiante de Ingeniería en Sistemas pudo recuperar el dispositivo que necesita para estudiar. El logro no fue menor: en medio de la emergencia, Luca había perdido todo. En su testimonio anterior, difundido por Canal Siete, contaba cómo, para salvar su vida, debió soltar su mochila con la computadora, el celular y sus auriculares mientras escapaba de la corriente en su casa de Urquiza al 200.
“Gracias a todos por hacerlo posible”, expresaron desde el Grupo Académico en sus redes sociales. Con emoción compartieron que la meta fue alcanzada y que Luca ya tiene su nueva computadora. “Después de haber perdido todo en las inundaciones, este pequeño gran paso significa mucho para que pueda seguir estudiando y trabajando. ¡La solidaridad entre estudiantes transforma realidades!”, publicaron.
Por su parte, Luca también se pronunció con gratitud: “Quiero agradecer a todas las personas que colaboraron para que hoy tenga mi computadora. Gracias a quienes donaron, a quienes compartieron, y a quienes confiaron en mí sin conocerme. Estoy muy feliz y emocionado. Esta compu me va a ayudar muchísimo en mis estudios“.
Además, tuvo palabras especiales para quienes lo acompañaron en los momentos más duros: “Quiero agradecer a Nicolás Álvarez, quien salvó mi vida el día de la inundación, al periodista Rodrigo Nistal por difundir mi historia, a Néstor Corvalán por ayudarme a elegir la compu, y al Grupo Académico UNS por ayudarme a realizar la colecta y hacer posible todo esto. Gracias a todos por hacerme sentir que no estoy solo”.
En un contexto donde las noticias suelen estar marcadas por la desesperanza, gestos como este demuestran que la empatía, el compromiso y la acción colectiva pueden marcar una diferencia real. Luca no solo recuperó una computadora; también confirmó que la solidaridad tiene el poder de reconstruir futuros.