A dos años del asesinato de Gastón Ortega, ocurrido en inmediaciones del club Villa Mitre, el fiscal Jorge Viego brindó detalles sobre el avance de la causa que investiga el crimen en el marco de una disputa entre facciones de la hinchada del club. Según explicó, el hecho se encuentra esclarecido en cuanto a su mecánica y autoría, y ya fue identificado el responsable del disparo fatal: Ariel Solís.
“La víctima fue también testigo presencial del ataque, y eso nos permitió delimitar lo sucedido con precisión. De allí surge la imputación que estamos sosteniendo”, señaló el fiscal. Ortega recibió el disparo en el marco de una agresión grupal, aunque, según Viego, fue Solís quien accionó el arma. “Concurrió en su vehículo, acompañado por otras personas. Si bien hubo más involucrados, el disparo lo ejecuta él.”
Sobre el móvil del crimen, el fiscal fue claro: “Para mí, la causa principal es la disputa por el liderazgo de la hinchada, aunque también había cuestiones personales previas entre Solís y Ortega. Se trata de un conflicto que mezclaba diferencias futbolísticas con rivalidades acumuladas”.
Viego también reveló un dato estremecedor: momentos antes del ataque, Solís y sus acompañantes habían interceptado a Ortega mientras caminaba con su hija pequeña. “Decidieron no atacarlo en ese momento porque la nena se largó a llorar. Pero después fueron al club y lo atacaron allí”.
La defensa del imputado no niega que Solís haya sido el autor del disparo, pero intenta encuadrar el hecho como un caso de legítima defensa, algo que la fiscalía rechaza de plano. “Lo que ocurrió fue un ataque premeditado, agravado por haberse producido en el contexto de un espectáculo deportivo, lo cual ya de por sí eleva la gravedad de lo sucedido”, explicó el fiscal.
La causa se encuentra en etapa de audiencias testimoniales. Restan declarar cuatro testigos claves: el médico forense que realizó la autopsia, el perito balístico, la persona que encontró el arma descartada en la vía pública, y el oficial que elaboró el acta correspondiente. Además, aún está pendiente la decisión del imputado sobre si prestará declaración, mientras que su defensa presentará entre tres y cuatro testigos.
Uno de los testimonios más relevantes que ya fue incorporado es el de un transeúnte que presenció la llegada de los vehículos al lugar del crimen y registró en video la huida de la camioneta Amarok, evidencia que refuerza el relato de las víctimas sobre cómo se produjo el ataque.
Consultado sobre la estrategia de la fiscalía, Viego explicó que necesitan convencer a 10 de los 12 miembros del jurado para obtener un veredicto de culpabilidad, dado que no se trata de un delito con pena de prisión perpetua.
En cuanto a la pena, el fiscal anticipó que podría superar los 13 años: “Solo el homicidio agravado por el uso de arma. A eso se le suma la imputación por lesiones agravadas también cometidas con armas y en el mismo contexto. La condena final dependerá del veredicto y de cómo se valoren los agravantes al momento de la sentencia”.
Esta entrada ha sido publicada el 22 de abril, 2025 12:00
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