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Roma en silencio: el adiós al Papa Francisco desde la mirada de un bahiense

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“El clima es de luto”, dice Bruno Pazzi, sociólogo y doctor en Ciencias Sociales nacido en Bahía Blanca, desde su actual residencia en Roma. La muerte del Papa Francisco no solo impactó al mundo católico, sino que también silenció a una ciudad acostumbrada al bullicio multicultural, especialmente en los alrededores del Vaticano. Allí, donde las religiones, idiomas y costumbres conviven en las calles, hoy reina el recogimiento.

Para Italia, país con raíces profundamente católicas, Francisco fue mucho más que el primer pontífice latinoamericano. Fue una figura cercana, un líder querido incluso por quienes no practican la fe. “Cuando uno dice que es argentino, enseguida te lo nombran. Le tienen mucho cariño, incluso quienes no son creyentes. Lo escuchaban, lo respetaban, lo sentían como una referencia”, cuenta Pazzi, que vive en Roma desde hace casi cinco años.

Lo mismo o más sucede en la Argentina, donde Francisco fue siempre una figura cercana. “En mi caso, lo conocí cuando aún era arzobispo de Buenos Aires. Y años después, ya como Papa, volví a verlo aquí en Roma. Siempre dejó la impresión de alguien presente, que te miraba con atención genuina, como si no tuviera otra preocupación en ese momento más que vos. Eso es algo que no se finge.”

El legado de Francisco será tema de análisis durante años, no solo por sus posiciones pastorales, sino también por su rol político en un contexto global cada vez más desafiante. “Es ahora cuando hay que dejar florecer lo que sembró: sus enseñanzas, sus palabras, su mensaje. Quizás con el tiempo entendamos con más profundidad todo lo que dejó”, reflexiona el sociólogo.

Desde su rol académico, Pazzi destaca que Jorge Bergoglio supo correr los márgenes del debate eclesiástico. “Fue un líder que no le esquivaba a ningún tema. Medio ambiente, relaciones amorosas, abusos dentro de la Iglesia, aborto. Todo eso lo abordó sin miedo y con cercanía. El documental Amén, donde dialoga con jóvenes de todo el mundo, lo muestra de forma muy clara.

Ahora, en el corazón del Vaticano, comienza un proceso silencioso pero decisivo: la elección del nuevo Papa. “El cónclave es un proceso hermético. De ahí viene el término: cum clave, con llave. Antiguamente se encerraba a los cardenales hasta que eligieran un nuevo pontífice. Hoy no es tan literal, pero sí hay un fuerte resguardo sobre lo que ocurre durante esas deliberaciones”, explica Pazzi. Y agrega: “Tres cuartas partes de los cardenales que votarán fueron elegidos por Francisco, así que su impronta puede marcar también el rumbo de su sucesor”.

Para Bruno, si hay algo que sintetiza a Francisco es su mensaje de apertura. “Quiso mostrar que la Iglesia debía ser para todos, especialmente para los excluidos. Lo dice el Evangelio, pero él lo puso en práctica y lo extendió a toda la humanidad. En su encíclica Laudato si’ habla del planeta como casa común, no solo para los católicos, sino para todos: creyentes, no creyentes, sin importar su orientación o procedencia.”

Esta entrada ha sido publicada el 22 de abril, 2025 12:26

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