Este lunes por la mañana, más de 15 vecinos de distintos barrios de Bahía Blanca se autoconvocaron frente a la planta Patagonia de ABSA para exigir respuestas urgentes ante los graves problemas de agua y desbordes cloacales que afectan sus viviendas.
La protesta, pacífica pero cargada de indignación, reunió a representantes de Portal del Este, Grümbein y zonas aledañas, quienes relataron situaciones de extrema gravedad. Andrés, vecino de Portal del Este, fue uno de los primeros en tomar la palabra: “Estoy podrido de ir a las oficinas de ABSA, que no sé para qué están. Mi casa se está por desmoronar. Hay un caño roto que pierde agua hace meses y pasa debajo de mi vivienda. El baño ya no lo podemos usar por miedo a que se derrumbe, y las paredes tienen rajaduras importantes“, denunció.
El problema principal, según explicaron los vecinos, radica en la ruptura de dos caños de gran tamaño, uno de ellos de aproximadamente 30 pulgadas. “No solo afecta mi casa. El agua se desborda, inunda las calles, pasa por debajo de las vías y termina anegando todo el barrio. Hay un campo enfrente totalmente inundado”, agregaron.
La situación se agrava por la falta de respuestas. “Hacés el reclamo y es como hablarle a la nada. Te dicen que te van a llamar y no llaman. Ni siquiera te miran a los ojos cuando te atienden”, se quejó otro de los manifestantes.
Sumado al deterioro de las viviendas, los vecinos advirtieron sobre los riesgos para la salud de las familias, donde viven niños pequeños. “Mi sobrino tiene un nene de un año y medio y otro de 10 años. Si esto sigue así, va a tener que abandonar la casa para proteger a su familia. No puede ser que las autoridades no intervengan”, reclamaron.
La falta de mantenimiento no solo afecta a las viviendas. Según los vecinos, una obra en ejecución cerca de las vías ferroviarias también corre peligro por las filtraciones. “Tuvieron que hacer montículos de tierra con una pala para que no se inunde el obrador. Y toda el agua termina yendo hacia nuestras casas”, denunciaron.
El sentimiento generalizado es de abandono. “Nos sentimos olvidados. Nadie de ABSA ni del Municipio se acercó. Si no hay una respuesta concreta, lamentablemente vamos a tener que cortar rutas. No queremos perjudicar a otros vecinos, pero estamos hablando de riesgo de vida”, advirtieron.
Finalmente, exigieron una intervención inmediata no solo de la empresa, sino también del intendente y de las autoridades provinciales: “Estamos cansados de esperar. No podemos seguir viviendo con miedo a que nuestras casas se derrumben sobre nuestras familias”.
