Bahía

“No es más un tabú estudiar en la Universidad Nacional del Sur”: la historia de Diego, el primer universitario de su familia

Compartir

Diego Taillade tiene 26 años, vive en el barrio Villa Rosario y hace pocos días se graduó como técnico en Sistemas Electrónicos Industriales Inteligentes de la Universidad Nacional del Sur. Lo que para muchos puede parecer un título más, para él y su entorno representa un logro histórico: es el primero de su familia en recibir un diploma universitario. Y lo hizo después de años de esfuerzo, trabajo constante y una lucha diaria por sostenerse dentro y fuera del aula.

“Es algo de no creer”, repite todavía, rememorando el acto del 15 de abril en el que recibió su título. “Feliz, feliz por recibir tanto cariño de parte de mi familia, mis amigos y en el trabajo. Sinceramente, estoy contento”, afirma.

Detrás de ese momento hubo años de sacrificios. Mientras estudiaba, trabajó en lo que pudo: lavó autos en el mercado, fue repartidor de empanadas, ayudante de albañil, bachero, junta vasos en boliches, utilero del Club Libertad. “Siempre paralelamente haciendo algo para ayudar en casa y tratando de meter alguna que otra materia. Algunas me costaron, otras no tanto, pero la clave fue la perseverancia”, recuerda.

Su primer deseo no fue la electrónica, sino el periodismo deportivo. Pero las limitaciones económicas lo obligaron a pensar en opciones dentro de la educación pública. Probó con la Licenciatura en Ciencias de la Computación, pero no se sintió cómodo. Allí descubrió su interés por la programación, un camino que lo llevó, en 2017, a comenzar la carrera que finalmente terminó.

Diego hizo todo lo que estuvo a su alcance para sostener su trayecto universitario. Aprovechó becas, subsidios del comedor y del colectivo, y aunque el programa Progresar lo acompañó solo un año, encontró en Bienestar Universitario de la UNS un respaldo clave. “Siempre me apoyé en los programas de la universidad. Y si no me lo daban, trataba de buscarlo igual”, asegura.

El salto de la secundaria a la universidad fue otro de los grandes desafíos. “Faltaban herramientas. Es volver a empezar de cero. Pero si uno en la secundaria hace las cosas a conciencia, aunque no le gusten, te ayuda a abrir la cabeza para la universidad”, reflexiona.

Hoy, con su título en mano, Diego sabe que su historia puede inspirar a otros. “Mi sueño es que esto sea un puntapié para que en mi barrio y en toda la periferia de Bahía Blanca estudiar en la UNS ya no sea un tabú. Que se vea que sí se puede”.

Esta entrada ha sido publicada el 29 de abril, 2025 15:02

Deja un Comentario