El proyecto nació en 2019 con una idea simple pero poderosa: que todos los chicos del primer ciclo de la Escuela 55 pudieran vivir la experiencia de ir al cine. Este año, por tercera vez, ese sueño está en marcha.
Las docentes Lorena Koop y Karina González impulsan esta iniciativa que involucra a los 127 estudiantes de primero, segundo y tercer grado, tanto del turno mañana como del turno tarde. “Ya pasaron dos camadas que se fueron de la escuela con esta experiencia, y ahora nos toca nuevamente llevarla a cabo”, cuenta Karina, con el mismo entusiasmo del primer día.
La actividad está prevista para el mes de junio, y ya cuentan con las fechas, los presupuestos de entradas y transporte. Por eso, lanzaron una campaña solidaria para reunir los fondos necesarios. “La idea es anticiparnos un mes para poder llegar al objetivo”, explican.
La comunidad tiene varias formas de colaborar: a través de un alias para transferencias digitales, acercando dinero en efectivo a la escuela, o participando en las acciones que organizan las familias y docentes. Entre ellas, la tradicional venta de tortas fritas durante los actos escolares. “Hay familias que pueden aportar una cuotita, pero no todas están en condiciones. Muchas veces hay hermanos en distintos grados y eso complica. Por eso apelamos a la solidaridad”, detallan.
Más allá de los costos, la motivación no decae. La experiencia demuestra que cuando hay voluntad, empatía y comunidad, los proyectos salen adelante. “La gente de Bahía siempre responde. La solidaridad es algo que se siente, y creemos que sí, que lo vamos a lograr”, aseguran convencidas.
El cine, para muchos de estos chicos, no es sólo una salida recreativa. Es un descubrimiento, una aventura compartida, un recuerdo que queda. Y esta vez, con la ayuda de todos, será otra película para atesorar.
