En un contexto económico cada vez más complejo, donde los precios de los alimentos no dejan de subir y la inflación golpea especialmente a los sectores más vulnerables, desde la pollería Don Emilio adoptaron una estrategia concreta: sostener al máximo posible los precios de los productos de la canasta básica para que las familias puedan seguir accediendo a lo indispensable.
Fernanda Rebaudo, encargada del local, explicó que si bien reciben aumentos constantes, “hasta dos o tres veces por semana“, aseguró, su objetivo principal es no trasladar esos incrementos a los alimentos que más se consumen en los hogares: “Hacemos todo lo posible por mantener al costo productos como los 2 kilos de milanesa, los 3 kilos de patamuslo y el maple de huevos. Es lo que más rota, lo que la gente realmente necesita para comer día a día”.
Frente a una situación en la que la mayoría de los comercios ajusta los precios sin tregua, desde Don Emilio decidieron marcar una diferencia: “No hacemos ofertas en productos de lujo o con poca demanda. Apostamos a lo que se necesita de verdad: leche, pan, fideos, carne de pollo. Porque hoy dar de comer a una familia tipo es un desafío real”, sostuvo Rebaudo.
Además, con motivo del Día del Trabajador, armaron combos pensados para celebrar sin gastar una fortuna: uno con pollo y papas bastón, y otro con patamuslo y papas en cubo. “Antes se hacía un asado, pero hoy, con lo que cuesta el kilo y la leña, es impensado. Estos combos permiten que se puedan juntar sin tener que contar con 50 mil pesos”, remarcó.
Aunque dejaron de estar disponibles los descuentos con billeteras virtuales en pollerías y carnicerías, el público sigue eligiendo el pollo frente a la carne vacuna por una cuestión de precio: “La gente tiene que comer. Aunque no haya promos, nuestros precios son buenos y eso hace que la venta no baje”, concluyó.
Esta entrada ha sido publicada el 30 de abril, 2025 15:35
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