Esta mañana, un incendio afectó gravemente una vivienda ubicada en Amundsen al 700, donde una madre y su hijo pasaban su primera noche tras mudarse luego de perder su casa en la inundación del 7 de marzo. El siniestro se desató en el lavadero, aparentemente por un desperfecto en el calefón, y generó importantes daños materiales, además de un intenso ahumamiento en todo el inmueble.
Carla Vázquez, damnificada por el hecho, relató conmovida: “Desperté con la casa llena de humo… me acerqué al lavadero y vi que había fuego. La desesperación era tremenda, no veía nada, me empecé a marear”. En medio del caos, logró despertar a su hijo y ambos escaparon a tiempo: “Gracias a Dios se levantó enseguida y pudimos salir”.
La mujer detalló que el fuego se concentró en el lavadero, destruyendo el calefón, un lavarropas y parte del techo de la cocina. Sin embargo, el mayor daño fue el ahumamiento generalizado: “Se tisnó toda la casa. No me había ni terminado de mudar, las camas me las traían mañana”.
Si bien aún no se determinó el origen exacto del incendio, se sospecha de una falla en el calefón, aunque no estaba en uso en ese momento. “No sabemos bien qué pasó, el fuego arrancó de una altura de un metro diez para arriba”, explicó.
Al no encontrar su celular, Carla salió de inmediato y junto a su hijo pidió ayuda a los vecinos, quienes dieron aviso a los bomberos. “Tocamos puertas para que llamaran. Por suerte vinieron rápido”. Al llegar, los bomberos confirmaron que las llamas se habían contenido en la habitación afectada y procedieron a enfriar la estructura para evitar reinicios.
Este nuevo golpe emocional llega en un momento especialmente difícil: “Salís de una inundación donde perdés todo, querés volver a empezar… y pasa esto. Es volver a empezar de vuelta”, lamentó la vecina.
Aunque la situación es crítica, Carla busca mantenerse firme: “Quiero creer que voy a poder arreglarlo lo mejor posible”, concluyó, mientras analiza cómo seguir adelante tras el segundo desastre en menos de dos meses.
