La reciente aprobación de una nueva ordenanza en Bahía Blanca marca un antes y un después para el sistema de transporte público de pasajeros. Entre los cambios más relevantes, se destaca la flexibilización de tarifas para el sector del taxi, una medida que, según Sergio Moreno, representante de la Cámara de Taxistas, representa “un avance” respecto al esquema anterior.
“Antes teníamos un precio fijo que nos imponía el Ejecutivo y el Deliberativo. Hoy eso cambió: se estableció una tarifa máxima, pero podemos cobrar por debajo o incluso por encima, dependiendo de la situación“, explicó Moreno. Esta nueva dinámica, afirma, permite adaptarse mejor al contexto de competencia con las plataformas digitales como Uber, donde el precio se rige por el sistema de oferta y demanda.
El referente del sector señaló que el cambio en la normativa es un paso intermedio hacia una regulación más integral. “El taxi cobra lo que le dice la plataforma, no lo que él quiere o lo que estaba obligado a cobrar. Por eso es importante que se regulen todas las plataformas, para que haya más opciones y se termine el monopolio que hoy existe“, remarcó.
Moreno aseguró que esta apertura favorecería tanto a los trabajadores del sector como a los usuarios. “Que cada uno pueda elegir: el taxista o remisero si le conviene tomar un viaje, o el usuario si le conviene o no tomarlo. No hay razón para imponer precios fijos si el mercado está en condiciones de autorregularse”, sostuvo.
Lejos de percibir una caída en la actividad, el representante gremial asegura que el panorama ha cambiado para mejor. “Hoy los taxistas trabajan con los tres canales: plataforma, teléfono y parada. Y eso amplió el trabajo. La gente también cambió su mentalidad, porque ahora tiene la posibilidad de elegir”, señaló.
