La ciudad implementó desde ayer un cambio estructural en el examen práctico para obtener la licencia de conducir. La medida, impulsada por la Agencia de Seguridad, Emergencia y Respuesta Inmediata, busca reforzar la seguridad vial mediante una evaluación más rigurosa y realista de las habilidades de los aspirantes.
“El objetivo es que los principiantes puedan demostrar sus capacidades de conducción en condiciones más cercanas a las reales, y de ese modo contribuir a una circulación más segura”, explicó Martín Pacheco, director del organismo. Según detalló, los cambios fueron diseñados en conjunto con el equipo de Fabián Lliteras y representan una modificación integral en la forma en que se realiza la prueba práctica.
A partir de ahora, quienes deseen obtener su primera licencia deberán circular por calles reales de la ciudad, en zonas urbanas, atravesando recorridos con distintos niveles de dificultad. Estos circuitos ya están definidos y serán dados a conocer a todos los aspirantes antes del examen, para que puedan prepararse adecuadamente.
Durante la prueba se evaluará el uso correcto de las luces de giro, la capacidad de estacionamiento, el respeto por las normas de tránsito y, en general, todos los aspectos fundamentales de una conducción responsable.
“Se establecieron tres recorridos distintos, diseñados a partir de un estudio técnico de la Agencia Vial junto con los inspectores encargados de la evaluación”, explicó Pacheco. “Cada uno presenta distintos niveles de complejidad y será asignado según el criterio del inspector, dependiendo del desempeño del aspirante durante el examen”.
La iniciativa ya está en marcha y desde hoy se está comunicando públicamente para que todos los ciudadanos estén informados. Se trata de una apuesta clara por una formación vial más exigente, adaptada a los desafíos actuales del tránsito urbano.
