Desde Zárate, el futbolista bahiense Facundo Laumann relata el impacto devastador que dejaron las recientes lluvias en la ciudad bonaerense, donde los barrios más vulnerables siguen bajo agua. “Hay casas donde el agua llegó a 20 centímetros del techo. Entramos, y había chicos descalzos, en remera, con la ropa todavía mojada”, describe Laumann, actual jugador del Club Defensores Unidos, al compartir su experiencia en plena emergencia.
Aunque él y su familia viven en una zona alta de la ciudad, con buen sistema de desagüe, no dudaron en ponerse en acción desde el primer momento. “Desde el sábado estamos yendo a los barrios a repartir mercadería con la iglesia a la que asistimos“, cuenta. Su testimonio combina la mirada del que está a salvo con la empatía activa de quien se niega a ser indiferente.
Zárate, una ciudad de entre 130 y 150 mil habitantes, vivió un temporal sostenido: desde el viernes a la mañana hasta el mediodía del sábado no dejó de llover. Se acumularon más de 350 milímetros de agua en menos de 24 horas. A diferencia de lo ocurrido en Bahía Blanca el 7 de marzo, donde el agua cayó en poco tiempo con un impacto arrasador, en Zárate fue una inundación prolongada. Aun así, muchos barrios siguen anegados: “Hay lugares donde todavía el agua está hasta la rodilla”, advierte Laumann.
El relato es duro y directo. “Pudimos llevarles chocolate caliente, té, torta frita. Se hicieron viandas. Sabemos que no es mucho, porque al otro día vuelven a tener hambre, pero en ese momento queríamos que duerman con la panza llena, con algo caliente. No es tanto lo que damos, pero eso ya cambia algo“.
Laumann no esquiva la mirada estructural. “Hay barrios que evidentemente no pueden soportar este nivel de agua. Faltan obras, claramente. Son zonas que rodean a la ciudad, donde vive gente de bajos recursos, y todo esto lo golpea aún más”. Las palabras encuentran eco en Bahía Blanca, que también conoce el dolor de perderlo todo.
Desde nuestra ciudad, la solidaridad se hizo presente. Camiones con donaciones partieron desde Bahía, con vecinos de barrios como Cerri al frente de las campañas. “Eso es algo que tenemos como argentinos, un gran corazón. Me enteré que hay mucha gente ayudando, incluso el Chucky Bowen allá en Cerri está juntando cosas”, comenta, agradecido.
En Zárate, hoy lo más urgente son los artículos de limpieza, agua potable, colchones, frazadas y elementos de higiene personal. “La ropa llega, pero lo demás se necesita mucho más. Cuando baja el agua, es cuando las familias ven realmente todo lo que han perdido. Y es durísimo”.
Facundo Laumann cierra con una frase que deja en evidencia la dimensión emocional de lo que se está viviendo: “Aunque a nosotros no nos golpeó de lleno, ver tanta gente que perdió todo y aún hoy sigue con agua en la casa, es muy difícil. Solo queda ayudar, como sea”.
Esta entrada ha sido publicada el 20 de mayo, 2025 15:02
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