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“Es la obra de los 100 años”: Scheffer detalló la reconstrucción total del Canal Maldonado

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Tras las graves inundaciones de marzo, el Canal Maldonado, uno de los principales ejes de desagüe de Bahía Blanca, será objeto de una transformación estructural sin precedentes. Así lo confirmó el ingeniero Juan Carlos Scheffer, quien detalló las modificaciones que permitirán triplicar la capacidad de evacuación del agua en este tramo crítico del sistema pluvial de la ciudad.

Se trata, en palabras del especialista, de una “reconstrucción total a nuevo” del canal. El rediseño incluye un ensanche notable del fondo, que pasará de 12 a 21 metros, y del ancho superficial, que se ampliará de 20 a 26 metros. Para lograr esto, se excavará hacia ambos lados del canal actual, tomando 3 metros adicionales por lado. Además, se eliminarán las actuales paredes inclinadas, reemplazándolas por un muro vertical de un metro, seguido luego por una pendiente, lo que dará mayor estabilidad y espacio.

El nuevo canal se dividirá en tres tramos con diferentes pendientes, lo que aumentará de forma escalonada la velocidad del caudal. Según explicó Scheffer, en el primer tramo, desde el partidor hasta la calle Alvarado, se alcanzará un caudal de 650 metros cúbicos por segundo, el doble de la capacidad actual sumando canal y entubado. Desde Alvarado hasta Pampa Central, la pendiente será menor pero el caudal se elevará a 730 m³/seg, mientras que en el último tramo, desde Pampita hacia adelante, llegará a 906 m³/seg, más del triple de lo que hoy puede evacuar el sistema.

La obra es fundamental”, sostuvo el ingeniero, “porque el Canal Maldonado es la principal vía de escurrimiento que tiene la ciudad. La capacidad del entubado queda reducida frente al volumen que podrá absorber este nuevo diseño, capaz de acompañar incluso picos como los vividos el 7 de marzo”.

Sin embargo, Scheffer fue enfático: esta intervención no es suficiente por sí sola. “Venimos diciendo desde hace años que se necesita un sistema integral. Este canal es esencial, pero también deben ejecutarse obras de retención aguas arriba, como embalses que permitan regular el caudal en momentos críticos. Esas obras están en estudio y deben formar parte de un plan a largo plazo”.

También será necesario intervenir en algunos puentes clave, que por su tamaño actual generan cuellos de botella. Aunque se intentará conservar las estructuras que quedaron en buen estado, habrá dos grandes licitaciones independientes: una para un nuevo puente ferroviario, de unos 22 metros de luz, y otra para el puente sobre la Ruta 3, ambos ampliados para acompañar el ensanche del canal.

Además, se proyectan veredas laterales de un metro de ancho para circulación peatonal, con barandas de seguridad aún en proceso de definición.

La envergadura de la obra, tanto técnica como simbólica, refleja un cambio de paradigma en la infraestructura hídrica de Bahía Blanca. No se trata solo de reparar lo que el agua rompió, sino de prevenir y planificar con la mirada puesta en las próximas décadas. Como advirtió Scheffer, esta es “la obra de los 100 años”, pero también un llamado urgente a completar el sistema para evitar que la historia se repita.

Esta entrada ha sido publicada el 21 de mayo, 2025 14:21

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