En el camino de atravesar un tratamiento oncológico, cada decisión cuenta. Y una de las más determinantes es la que tiene que ver con la alimentación. “No existe una dieta única para las personas con cáncer”, asegura la Lic. en Nutrición Jorgelina Páramo, especialista en nutrición oncológica. A diferencia de lo que se suele pensar, no se trata simplemente de comer “sano”, sino de recibir un acompañamiento profesional que tenga en cuenta síntomas, apetito, pérdida de peso, tipo de tratamiento, fuerza muscular y estado general del paciente.
Según Páramo, la intervención nutricional debe partir de una evaluación completa. “Es lo que nosotros llamamos el proceso del cuidado nutricional. Se evalúan aspectos como la ingesta, la presencia o no de síntomas, el peso, la talla, la fuerza del paciente. A partir de ahí se llega a un diagnóstico nutricional y recién entonces se diseña un plan personalizado”.
Ese plan debe ser tan único como la persona que lo recibe. “No es lo mismo alguien que atraviesa quimioterapia y rayos, que alguien con un tratamiento combinado o en cuidados paliativos. Por eso es indispensable trabajar en equipos multidisciplinarios”, explica. En ese sentido, recomienda que quienes están transitando una enfermedad oncológica busquen nutricionistas capacitados en el tema y que integren equipos con oncólogos, enfermeros, médicos clínicos y paliativistas.
Los beneficios de un acompañamiento nutricional adecuado son concretos: mejora de la calidad de vida, preservación de la masa muscular, mayor tolerancia a los tratamientos y mejor respuesta general del cuerpo. “Desde el momento del diagnóstico se puede intervenir para sostener la fuerza, la vitalidad y la capacidad de atravesar el tratamiento con mejores condiciones”, afirma la profesional.
En muchas ocasiones, las personas llegan tarde a la consulta con nutricionistas especializados. “Lo ideal es que desde el primer momento el equipo médico ya incluya al profesional en nutrición. Pero si no es así, siempre se puede preguntar en la sala de quimioterapia, al oncólogo o al enfermero: ‘¿Conocen a algún nutricionista oncológico con quien puedan trabajar en conjunto?’. Porque es fundamental que todos estemos hablando el mismo idioma”, sugiere Páramo.
Esta entrada ha sido publicada el 21 de mayo, 2025 17:45
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