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“Almas quemadas”: la novela de Federico Storani que viaja de los años 70 al presente para ajustar cuentas con la historia y la política

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Federico Storani, histórico dirigente de la UCR, vuelve al ruedo, esta vez no desde la política partidaria sino desde la literatura. Su nueva novela, Almas quemadas, es un relato vertiginoso que mezcla intriga, suspenso, crítica política y un ácido sentido del humor, todo atravesado por su experiencia de vida y militancia. Ambientada en la militancia universitaria de los años 70 en La Plata, la historia conecta con el presente para poner en evidencia las deudas aún pendientes de la democracia argentina.

El libro, propone un ejercicio de memoria desde la ficción. No se trata de un documento crudo, sino de una narración potente que impacta por el modo en que se infiltran la emoción, los dilemas éticos y los errores del pasado. Storani lo explica así: “Quise contar algo que pudiera haber sido. La ficción me permitió narrar hechos reales o cercanos a la realidad desde una mirada más libre y crítica”.

En la novela, los personajes cargan con heridas del pasado y dudas del presente. La trama no se queda encerrada en los 70: regresa a la actualidad para mostrar que muchas discusiones de aquella época siguen abiertas. Las metodologías de lucha, los debates ideológicos, el rol de la prensa y el costo del idealismo atraviesan el libro con una mirada que mezcla sarcasmo, autocrítica y humanismo.

Quisimos construir un hombre nuevo, más solidario, más empático. Y hoy estamos en las antípodas. Vivimos en una sociedad individualista, donde el egoísmo se impone como valor”, reflexiona Storani. Esa distancia entre el sueño colectivo del pasado y la realidad actual atraviesa no solo la ficción de Almas quemadas, sino también el análisis político que hoy propone el autor.

El radicalismo y la política argentina, según Storani, atraviesan una profunda crisis de identidad. “Hoy los partidos están debilitados. Y el radicalismo, en particular, necesita recuperar sus valores históricos. No puede aceptar alianzas con sectores que niegan la historia democrática o que relativizan el rol de figuras como Alfonsín”, sostiene con énfasis. Rechaza con firmeza el rumbo que tomaron algunos dirigentes de su partido y denuncia una “claudicación ideológica” frente al avance de la ultraderecha.

Durante su visita a Bahía Blanca, Storani se reunió con dirigentes locales y visitó instituciones como la Universidad Nacional del Sur y la Cooperativa Obrera. En sus charlas surgió un diagnóstico común: el deterioro económico, la caída del consumo, el debilitamiento del sistema universitario y la falta de respuestas políticas a la altura del momento.

La experiencia de los 70, por más dolorosa que haya sido, todavía nos interpela. Y la literatura permite mirar ese espejo sin solemnidad, con ironía y reflexión”, dice. Almas quemadas se convierte así en algo más que una novela: es un ejercicio de memoria viva, una radiografía de las pasiones y contradicciones de una generación, y una advertencia sobre las promesas incumplidas que aún nos condicionan.

Storani no descarta la posibilidad de una confluencia con otros espacios políticos que compartan una mirada democrática, social y solidaria. “No es tiempo de liderazgos tóxicos ni de mezquindades. Ya lo demostramos en 2001 con la salida institucional de la crisis. Hoy necesitamos volver a construir puntos de encuentro”.

Esta entrada ha sido publicada el 22 de mayo, 2025 16:25

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