En medio de una crisis que golpea con fuerza al comercio local, algunos emprendedores de Bahía Blanca buscan alternativas creativas para seguir en pie. Es el caso de Guillermo Herlein, comerciante del centro, que decidió salir, literalmente, a la vereda para atraer a los clientes. Lo hizo con una propuesta simple pero efectiva: colocar un perchero con ofertas visibles desde la calle.
“La idea surgió como una forma de motivar la compra. Queríamos que la gente que pasa vea que tenemos precios y promociones increíbles, algo que los incentive a frenar, mirar y entrar al local”, explicó Herlein. La estrategia, según cuenta, está dando buenos resultados: “Se han cerrado muchas ventas gracias al perchero. La gente lo toma bien, lo ve como una oportunidad”.
El contexto no es menor. Tras la catástrofe climática que afectó a la ciudad, muchos vecinos perdieron autos, casas o incluso sus fuentes de ingreso. “En esta cuadra, por ejemplo, se perdieron autos 0 km. La gente hoy está con la cabeza en otro lado, entonces hay que encontrar la forma de que el comercio siga girando. Y esta es una de ellas”, relató.
La técnica no se limita a colgar ropa al azar. Herlein la describe como una especie de “salvataje” comercial que, incluso, podría convertirse en parte del paisaje urbano. “Acabamos de comprar un perchero nuevo, grande y vistoso. Ya quedó como una estrategia fija. Creo que va a ser una postal de la ciudad. Algunos negocios lo van a dejar de manera permanente”.
El mecanismo es directo: la ropa colgada en el perchero funciona como gancho visual. Si el cliente se detiene, el vendedor se acerca, ofrece variantes en talles y colores, e invita a ingresar al local para probarse la prenda. “Es una muestra. Adentro tenemos más modelos y talles. Y ofrecemos descuentos del 20 al 30 por ciento en efectivo, además de todos los medios de pago”, explicó.
Lejos de representar un obstáculo, Herlein asegura que la iniciativa convive perfectamente con el tránsito peatonal. “Ocupamos solo el borde de la vereda, dejamos el paso libre. No es invasivo. Es simplemente una técnica más de venta. Y una forma de que todos salgamos adelante”.
Frente a los buenos resultados, el comerciante invita a que más colegas adopten la idea. “Creo que es una forma de fomentar el comercio. Hoy no alcanza con esperar que el cliente entre: hay que salir a buscarlo”.
