En el marco del juicio por jurados que se desarrolla en Bahía Blanca por el crimen de Juan Ramón Romero Miranda, el abogado defensor de Fabián Guillermo Rossi, Juan Ignacio Vitalini, ratificó la postura de su defendido: “Nosotros vamos a mantener la inocencia como lo hicimos desde un primer momento“, declaró.
Vitalini explicó que Rossi ya brindó su versión de los hechos durante la etapa de instrucción y que “no hay ningún elemento que lo vincule directamente con el homicidio”. En ese sentido, anticipó que intentarán exponer “un par de hipótesis alternativas que nunca fueron investigadas”.
Según la autopsia, el crimen se habría producido entre las 15 y las 17 horas. “Ese día él estaba en su casa. Es una casa grande, en el barrio Patagonia, y los hechos habrían ocurrido en el quincho. Él estaba con su novia, su hermana y su sobrina, y nunca se enteró de nada. Si es que en realidad sucedieron los hechos en el quincho, eso tampoco está probado”, sostuvo el abogado.
Para Vitalini, tampoco hay testigos directos que puedan ubicar a Rossi en el lugar del hecho: “Va a tener que demostrar el fiscal que los hechos ocurrieron ahí y que nadie pudo escuchar. Si fue un disparo, un día de semana, a la tarde y con buen clima, alguien debió haberlo oído”.
Sobre los vínculos entre las partes, reconoció que Rossi era conocido de Leandro Mejuto, el otro imputado, y que fue él quien le presentó a Romero Miranda, conocido como “El Mendocino”. Según afirmó, “estaba todo relacionado con el consumo y la comercialización de estupefacientes”.
Respecto a la acusación contra su defendido, apuntó a Mejuto como principal testigo en su contra. “El único que lo sitúa a Rossi como autor es este muchacho Mejuto. Él está individualizado en un video que sigue la camioneta en la que luego aparece el cuerpo del mendocino. Dio una versión poco creíble. Vamos a ver si la mantiene ahora”.
Vitalini también desestimó la existencia de amenazas o conflictos previos entre las partes involucradas: “No hubo absolutamente nada que haga presumir un distanciamiento. Al contrario, intentaban hacer un negocio conjunto. Las amenazas eran hacia el mendocino, y provenían de otras personas. Él tenía antecedentes, había estado vinculado a una banda con Suris y había muchas amenazas hacia él que nunca fueron investigadas”.
Por último, confirmó que su cliente tiene antecedentes penales: “Había sido condenado por transporte de estupefacientes”, cerró.
