En un nuevo aniversario de General Daniel Cerri, la celebración no estuvo marcada solamente por el recuerdo de su historia, sino también por la memoria reciente de una de las situaciones más difíciles que le tocó atravesar a su comunidad: la inundación que golpeó sin previo aviso, pero que sacó a relucir lo mejor de su gente.
En medio del acto que se llevó a cabo en la plaza principal, Andres Morel, los discursos no hablaron solamente del pasado, sino del presente y del futuro. El delegado municipal, Fabián Fabrizzi, emocionado, no escatimó palabras al momento de agradecer: “La comunidad entera demostró que solos no podemos, pero que juntos sí. Que cuando todos ponemos el corazón y el alma, se puede salir adelante. Hoy podemos decir que estamos de pie”. Remarcó la tarea incansable de los empleados municipales, del cuartel de bomberos, de la cooperativa Cuatreros y del ejecutivo local. “A Fede (Susbielles), especialmente, porque cada día me llamaba, me preguntaba qué necesitaba. Sin ese apoyo, especialmente moral, yo no estaría acá”.
El intendente Federico Susbielles, presente en el acto, también compartió su emoción. Confesó que, a poco más de dos meses de la catástrofe, le sigue costando sonreír: “Me cuesta encontrar la fuerza para ser parte de un proceso que nos vuelva a poner de pie a todos. Pero ese llamado, ese pedido de mantener este acto, fue un empujón anímico”. Y continuó: “La gente que sufrió está pensando en acompañar, en honrar y en construir el futuro que Cerri merece. Cuenten conmigo, vamos a trabajar con más fuerza que nunca”.
Las palabras fueron más que protocolares. Hablaron del dolor, pero también de la resiliencia. El agua no hizo distinciones entre los vecinos, como bien recordó Susbielles, pero tampoco las hubo a la hora de tender la mano, de compartir un techo, un abrazo o un plato de comida.
