Vialidad Nacional, a través de 19° Distrito Bahía Blanca, continúa con los trabajos de reparación de la Ruta Nacional 35, la cual fue afectada gravemente como consecuencia del temporal ocurrido el 7 de marzo.
Si bien se ha restablecido el tránsito con desvíos en los kilómetros 26 y 32, la circulación permanece restringida para todo tipo de vehículos en el kilómetro 65, sobre el Arroyo Chasicó. En este sentido, se trabaja a lo largo de los 103 kilómetros más perjudicados.
Actualmente a la altura del kilómetro 26, donde ya se instalaron cuatro alcantarillas de 14 metros de largo por 2 metros de diámetro, con la incorporación de 700 metros cúbicos de material granular aplicado en capas, para su posterior compactación. Esto permitió restituir los 40 metros de terraplén socavado hasta completar el nivel de la rasante. En el kilómetro 32 se amplía el desvío de 6 a 9 metros y, sobre el kilómetro 65, se conformó un terraplén de avance y se colocaron cuatro alcantarillas de 20 metros de largo por 2 metros de diámetro. Al mismo tiempo, se ejecutaron trabajos de movimiento de suelo y desmonte por fuera de la zona de camino, sentido a Santa Rosa – Bahía Blanca, que comprendieron la remoción de un volumen estimado de 35.000 m3 de suelo.
También se instaló una alcantarilla en la cuneta del acceso al desvío sentido a Bahía Blanca, restando
aplicar capas de material rocoso para lograr la consolidación definitiva de la calzada, lo que es esencial
para el tránsito de vehículos de gran porte.
Se trabaja en la generación de pendientes adecuadas en los taludes de ambos lados del
desvío y se está implementando un sistema de drenaje mediante la construcción de canales laterales en las cunetas, constituyéndose como una infraestructura esencial para gestionar el flujo de agua previniendo la acumulación sobre la calzada.
Se destinarán 6.000 toneladas de mezcla de agregados de piedra partida para estabilizar las capas estructurales dañadas. Además, se encuentran en proceso de reparación alcantarillas ubicadas entre los kilómetros 16 y 103 para proporcionar estabilidad a las estructuras erosionadas ya que actualmente representan un riesgo para la transitabilidad.
