La ciudad de Bahía Blanca enfrenta una realidad alarmante: los accidentes de tránsito no solo no disminuyen, sino que siguen creciendo. En lo que va del año, se registraron 1.027 siniestros viales, lo que implica un aumento de 174 hechos respecto al mismo período del año pasado. De ellos, 339 personas terminaron hospitalizadas, 62 más que en 2024. A pesar de dos meses con menor circulación por las inundaciones, la curva de los incidentes no se detuvo. La cifra sacude: en menos de medio año, dos vidas perdidas y una larga lista de heridas visibles y otras tantas invisibles.
Frente a este panorama, la comunidad universitaria se convierte en protagonista activa de un cambio necesario. En el Comedor Universitario de la UNS (Alem 1197), un espacio por donde circulan a diario cientos de jóvenes, se desarrolló una jornada de concientización y reflexión. Allí se combinaron la denuncia silenciosa de las cifras con acciones concretas: educación vial, promoción del uso responsable de la bicicleta y el reconocimiento a quienes eligen pedalear con responsabilidad.
Guillermo Liverotti, referente de la plataforma Sustentabilidad Integral, no esquivó la crudeza del escenario, “Estamos muy preocupados. Incluso en los meses donde casi no hubo tránsito, los siniestros aumentaron. Por eso estamos acá, trabajando junto a la UNS y a Cicloturistas Vallenses, porque la clave no es solo controlar, sino prevenir.”
Liverotti, recordó el desafío “Giro y vuelta a Italia”, en el que estudiantes de la UNS, UTN e Instituto 86 compitieron no por velocidad, sino por impacto ambiental. “Usando la bici en lugar del auto, estos chicos evitaron emitir casi 10 kilos de dióxido de carbono. Ellos son ejemplo. Porque si seguimos usando el auto para hacer cinco cuadras, vamos a tener más inundaciones, más tormentas, más caos”.
Claudia Ponce, de Cicloturistas bahienses, sumó una mirada cruda y honesta sobre lo que sucede en las calles, “La imprudencia está en todos lados: en autos, motos y también en ciclistas. No usar casco, no respetar semáforos, circular sin luces ni ropa visible de noche. La prevención es de todos.”
Desde la Universidad Nacional del Sur también tomaron postura. Gonzalo Falzoni, de la Secretaría de Bienestar, destacó que estas acciones son parte de una política institucional, “Tenemos programas como las becas, que promueven el uso de la bicicleta, y trabajamos cada año en la Semana de la Movilidad Sustentable para que los estudiantes se apropien de estas herramientas”.
Diego Ditler, a cargo del comedor, lo ve día a día, “Vienen más de 300 chicos, muchos se mueven en bici entre los campus de Alem y Palihue. Les damos un espacio seguro para estacionarlas y siempre tratamos de concientizar desde lo que compartimos en redes o en el propio comedor.”
La jornada cerró con un mensaje potente: la bicicleta no es solo un medio de transporte, es una forma de vida. Frente a una ciudad que crece en cemento pero también en siniestros, la movilidad sustentable aparece como una respuesta posible.
