El infectólogo Diego Maurizi encendió las alarmas sobre el avance de un brote de influenza A que ya supera con creces los registros de los últimos años en la ciudad. La situación se vuelve aún más crítica por el nivel de saturación en los hospitales, y una ocupación importante de camas, en medio de una estructura sanitaria afectada por la reciente inundación.
“Estamos en un brote de influenza A, pero no nos debe sorprender. Es una enfermedad epidémica que se presenta con brotes anuales. Lo particular de este año es que los casos superan ampliamente los valores de los últimos dos años”, explicó Maurizi, en base a datos del Departamento de Epidemiología.
El crecimiento de contagios es contundente: “Hace dos semanas se atendían unos 40 casos por semana. Hoy estamos cerca de los 250. El trabajo en las guardias no para y la carga laboral es cada vez más pesada”, advirtió. A pesar de la presión asistencial, por ahora el sistema sanitario sigue dando respuesta, aunque al límite.
Si bien en personas sanas la gripe suele generar fiebre, decaimiento y malestar durante uno o dos días, la preocupación principal recae sobre los grupos de riesgo: personas mayores, con enfermedades pulmonares o cardíacas previas. En estos casos, las complicaciones pueden ser graves, desde neumonías hasta descompensaciones severas.
“Es muy importante que quienes integren grupos de riesgo se vacunen. La vacuna está dirigida a ellos y puede evitar internaciones o desenlaces más graves. Si no lo hicieron, que por favor lo hagan ahora”, insistió Maurizi. Además, recomendó a estas personas no concurrir a lugares cerrados o, en caso de hacerlo, usar barbijo.
A esto se suma un dato preocupante: muchas personas no están vacunadas contra el COVID-19, un virus que sigue circulando activamente. “Cuando preguntamos, la mayoría no se ha vacunado ni tiene intención de hacerlo, pero el coronavirus sigue presente. También hemos tenido internaciones por eso. Las vacunas actuales, como Pfizer o Moderna, son seguras y se pueden aplicar junto con la de la gripe”, aseguró el infectólogo.
En este escenario, donde ambos virus conviven, diferenciar los síntomas no es sencillo. “Son muy similares”, subrayó Maurizi, lo que complica el diagnóstico rápido y puede retrasar la atención adecuada.
Esta entrada ha sido publicada el 11 de junio, 2025 14:18
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