La decisión de la Corte Suprema de dejar firme la condena a Cristina Fernández de Kirchner reavivó el debate político en todo el país. Para Adrián Jouglard, concejal y dirigente de Juntos en Bahía Blanca, la sentencia no representa una proscripción, sino “el fin de una etapa” ligada a una forma de hacer política que, según sus palabras, “confundía la función pública con el negocio personal”.
“Creo que es el fin de una etapa que ya había iniciado hace algunos años, cuando comenzó el juicio. La Corte ayer terminó de darle claridad a todo al dejar firme la condena”, expresó Jouglard, quien lamentó que “en un país con tantas necesidades, un expresidente termine condenado por malversar fondos públicos que no se destinaron a obras, sino que fueron malgastados”.
Lejos de interpretar la resolución judicial como un intento de excluir políticamente a la expresidenta, Jouglard fue categórico: “No veo ninguna proscripción. Cristina tiene más de 20 años en la política. Esto es simplemente justicia. Era lógico que, en algún momento, la Justicia fallara”.
El concejal también interpretó el fallo como un punto de quiebre dentro del propio peronismo. “Me parece que es el fin de un modelo del peronismo. En la provincia de Buenos Aires, la figura de Kicillof va a tomar más protagonismo. Él ya venía marcando una diferencia interna con Cristina, y ahora la cancha queda más despejada para que lidere el espacio en el distrito más importante del país”, analizó.
Consultado sobre el impacto en la oposición, Jouglard señaló que “en la provincia de Buenos Aires la oposición tiene ahora la responsabilidad de competir con el gobierno provincial, encarnado en la figura de Kicillof. Cristina iba a jugar en un sector específico del electorado, pero este fallo ordena un poco ese mapa”. Sin embargo, fue prudente al referirse al escenario nacional: “No sé qué va a pasar a nivel país”.
Para Jouglard, lo sucedido no solo clausura un ciclo político, sino que también reconfigura el tablero en la principal provincia del país, donde el peronismo deberá redefinir su liderazgo sin la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner. Y la oposición, advierte, deberá estar a la altura.
