En un contexto de transición y tensiones persistentes sobre el servicio de colectivos en Bahía Blanca, el subsecretario de Movilidad y Transporte, Fabián Lliteras, anunció la presentación de dos proyectos clave al Concejo Deliberante: la prórroga por un año de la actual concesión del transporte público y un nuevo ajuste tarifario. Ambas iniciativas buscan mantener la sostenibilidad del sistema sin asfixiar a los usuarios.
La tarifa plana, hoy en $995, pasará a costar $1.184, según el nuevo estudio de costos elevado por el Ejecutivo. El último relevamiento se había hecho en julio de 2024. “Priorizamos dos cosas: que el impacto en el usuario sea moderado y que las empresas puedan sostener la ecuación económica para mejorar las unidades”, explicó Lliteras.
Uno de los puntos centrales de la propuesta tiene que ver con la necesidad de actualizar la flota. Aunque parte del parque automotor fue renovado luego del 7 de marzo, aún persisten unidades con mucha antigüedad. El funcionario remarcó que la nueva tarifa apunta también a mejorar esa situación.
Lliteras aseguró que el proyecto fue trabajado en conjunto con concejales de distintos bloques, y que se avanzó con un análisis profundo sobre los subsidios y el esquema de pasajeros. Según los datos actuales, solo el 23% de los usuarios paga la tarifa plena, y de ese universo, el 70% realiza entre uno y nueve viajes mensuales. El impacto, calculó, será de unos $1.800 a $1.900 mensuales más por usuario, es decir, el equivalente a un pasaje y medio adicional por mes.
En cuanto al universo total, el 37% accede a tarifas sociales con subsidios, y más de 12 mil escolares pagan el 50% del pasaje. “Estamos hablando de un incremento que, si bien existe, no debería significar una barrera para seguir usando el colectivo”, afirmó.
Respecto a los subsidios, Lliteras informó que el municipio seguirá aportando $130 por pasaje, mientras que la provincia aumentó su participación a entre $200 y $240 por pasaje. Si la provincia incrementa su subsidio, el municipio podría reducir proporcionalmente su aporte.
“El sistema hoy está equilibrado”, sostuvo Lliteras, aunque reconoció que el costo real del pasaje sin subsidios ronda los $1.314. Esa cifra está atada a un esquema de flota que todavía tiene muchas unidades amortizadas, lo cual reduce temporalmente los costos. “A medida que se renueven los colectivos, ese número va a cambiar”, advirtió.
También se refirió al estado actual del servicio tras el impacto que tuvo la caída de los puentes en marzo. Si bien se había avanzado en un plan para licitar el sistema antes del 1 de julio, la emergencia vial obligó a presentar una prórroga por un año. La prioridad, según adelantó, es recuperar la conectividad a través del puente Don Bosco. “Eso va a permitir no solo descongestionar zonas clave del tránsito pesado, sino también reordenar recorridos de líneas como la 506, que hoy están limitadas”, indicó.
Finalmente, Lliteras destacó que Bahía Blanca logró mantener estable el promedio mensual de viajes, en contraste con otras ciudades del país donde el transporte público perdió entre un 11% y un 15% de usuarios. “La decisión del intendente de acompañar con subsidios y no cargar todo en el boleto fue clave. Si el pasaje se dispara, la gente deja de viajar. Y si la gente no viaja, el sistema se cae”.
Esta entrada ha sido publicada el 19 de junio, 2025 14:01
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