Ingeniero White no se resigna. No después de la tragedia. No en medio de la recesión. Y no ahora que la realidad aprieta a los comerciantes, que ven caer sus ventas mientras suben los desafíos. La adversidad golpea, pero también despierta. Y eso es lo que está pasando en el corazón comercial de esta localidad portuaria.
“No nos quedamos quietos”, dice con claridad Martín Schamberger, uno de los comerciantes que encabeza la movida. “Nos reunimos, nos agrupamos e intentamos resolver los problemas en conjunto”. Porque el golpe del 7 de marzo, esa fecha que sigue retumbando, no solo dejó marcas emocionales, sino también consecuencias económicas profundas, sobre todo en sectores como la gastronomía, que todavía hoy intenta recuperarse del derrumbe en el consumo.
A eso se suma un contexto de recesión nacional que achica bolsillos y desalienta ventas. Pero desde White eligieron no lamentarse, sino organizarse. “Hoy somos entre 75 y 100 comercios trabajando juntos, aunque en total somos más de 200. Estamos haciendo un relevamiento para incluir a todos los que estén habilitados o en proceso de regularización. La idea es tener igualdad de condiciones”, explica Schamberger.
Una de las metas es ambiciosa: formar una Cámara de Comerciantes de Ingeniero White. Aún no está concretada, pero ya existe una Unión de Comerciantes, que trabaja con urgencias claras y un objetivo concreto: visibilidad. Porque muchos de los comercios aún son invisibles para los grandes actores económicos que rodean la ciudad.
“Las grandes empresas muchas veces no saben dónde estamos ni qué ofrecemos. Por eso, estamos desarrollando una página web que sirva de vidriera de todos los rubros. Queremos que, cuando alguien necesite una cotización, sepa adónde ir. Que ese gasto no se vaya a Buenos Aires, sino que quede en la localidad”, resume Schamberger, que trabaja en el rubro ferretero.
La idea de comunidad no es solo un eslogan. Es una práctica diaria. Se comparte información, se ofrecen soluciones conjuntas y se promueve la competencia sana como una forma de colaboración. Una de las primeras acciones será incorporar una aplicación de pedidos a domicilio, similar a las que ya funcionan en zonas turísticas como Monte Hermoso.
Karina Arcuri, también comerciante local, coincide: “Estamos unidos. Entre todos nos ayudamos. El objetivo es que se sepa que estamos, que las empresas nos conozcan, que trabajen con nosotros. Visibilizarnos también frente a la Corporación del Comercio y la Industria para que nos incluyan como parte del entramado económico”.
En tiempos donde muchos bajan la persiana, en Ingeniero White eligieron encender la luz del local. Porque, como repiten entre ellos, la única salida es con todos adentro.
