Bahía

Se robaron un caracol gigante de hierro: el desconcierto del escultor

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En Bahía Blanca, la desaparición de una escultura de 1,50 metros de alto y más de un metro de profundidad no pasa desapercibida. Tampoco para su autor, Juan Ignacio Valenzuela, que este lunes por la mañana llegó a su taller y encontró un vacío imposible de ignorar: ya no estaba el caracol gigante que siempre dejaba en la vereda. Una pieza de hierro pesada, llamativa y, sobre todo, cargada de sentido.

“Es un poco la idea del caracol, que sea del barrio, que la gente se saque fotos, que lo viva. Por eso decidí dejarlo afuera. Pero nunca imaginé que un día no lo iba a encontrar”, cuenta Valenzuela, todavía entre la sorpresa y la desazón.

La escultura, que fue terminada el año pasado, ya había recorrido varias muestras. Es una obra reconocida, incluso más allá de la ciudad. “Es conocida internacionalmente. Hoy hice la denuncia, y las fuerzas policiales no lo podían creer… también lo conocían”, relata el escultor, que activó el protocolo de búsqueda con monitoreo y cámaras de seguridad, aunque hasta el momento no hay pistas firmes.

No se trata de una figura menor. Literalmente. La escultura mide un metro y medio de alto, setenta centímetros de largo y un metro de profundidad. Está fabricada íntegramente en hierro y, aunque puede ser movida por dos o tres personas, no es algo que pueda pasar desapercibido. “Es un caracol de hierro enorme, único, que llama mucho la atención. No entiendo cómo desapareció así”, insiste.

En el barrio, el caracol se había convertido en una referencia: un símbolo urbano con valor artístico y afectivo. “Varias veces me lo quisieron comprar, pero decidí quedármelo. Hay algo en cómo la gente lo mira, cómo lo recibe, que lo vuelve propio también para mí”, agrega Juan Ignacio.

La desaparición fue repentina. Valenzuela cuenta que al abrir la persiana del taller sintió que algo faltaba. Y no era una sensación abstracta. Era concreto. Salió a rastrearlo en bicicleta, con la ingenua esperanza de que alguien lo hubiese movido a modo de broma. Pero no. Nada. Ni rastros. Nadie vio, nadie oyó.

Cualquier persona que tenga información puede comunicarse directamente al 291-4127710, con la policía o acercarse al taller. Las cámaras de seguridad de la zona ya están siendo revisadas, pero hasta ahora no hay novedades.

Esta entrada ha sido publicada el 27 de junio, 2025 14:20

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