Bahía

“En ese hogar matan a los viejitos”: una mujer denunció la dramática situación vivida por su esposo en el geriátrico Los Arcos

La frase no es una exageración ni una metáfora. Es el grito crudo y desgarrado de Carmen Schulmaister, viuda de Orlando Portada, quien compartió su dolorosa experiencia con el hogar de ancianos Los Arcos,

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“Lo cuento para que la gente saque a los abuelos de ahí. En ese hogar matan a los viejitos”. La frase no es una exageración ni una metáfora. Es el grito crudo y desgarrado de Carmen Schulmaister, viuda de Orlando Portada, quien compartió su dolorosa experiencia con el hogar de ancianos Los Arcos, donde su esposo se deterioró gravemente hasta morir días después de ser trasladado a un hospital.

Carmen decidió hablar ahora, después de guardar silencio durante meses por miedo. “No hicimos la denuncia porque fuimos amenazados”, explica. Pero las nuevas denuncias que salieron a la luz la empujaron a romper el silencio. “Quiero ayudar a otras personas. No voy a recuperar a mi marido, pero quizás otro abuelo pueda salvarse”.

“Era como un animal, con la piel pegada a los huesos”

Orlando había sido internado en el geriátrico tras pasar más de dos semanas en el Hospital Municipal. “Ya no caminaba, no hablaba, estaba muy mal”, recuerda Carmen. Confiaron en las recomendaciones que les dieron a su hijo y a la nuera: “Nos dijeron que era un lugar excelente”.

Al llegar al hogar, les prohibieron visitarlo durante una semana, con el argumento de que debía adaptarse. Pero desde el principio, Carmen notó señales preocupantes: “Una sola vez lo vi sentado, después siempre estaba agachado en la silla de ruedas. Se lo notaba dopado, como si estuviera fuera de sí”.

Con el correr de los días, su estado empeoró. “Un jueves fui a verlo y no me hablaba, él siempre me murmuraba algo, pero ya nada. Le dije al hijo que no estaba bien. El sábado, cuando íbamos para allá, nos llamaron diciendo que había tenido una recaída”.

Lo que Carmen encontró al llegar la dejó paralizada. “Lo vi tirado en una cama, vestido, con el cuerpo como seco, deshidratado, irreconocible. Era una persona grande, fuerte. Pero ahí parecía un animal, como los que ves en el campo con el cuero pegado a los huesos”.

“Tenía de todo, menos algo bueno”

Un médico que llegó con la ambulancia lo revisó. “Nos dijo que tenía de todo menos algo bueno. Que si tardábamos cinco minutos más, se moría ahí adentro”. Trasladado nuevamente al hospital, Orlando murió a los pocos días. “Mal medicado, deshidratado, sin comer. Yo le llevaba budines, miel, dulces… nunca le dieron nada”, asegura su viuda.

Carmen también denunció el trato económico del hogar: “Nos cobraron 800 mil pesos por un día de internación y no devolvieron ni un peso. Se quedaron con su ropa, con sus sábanas. La dueña del hogar lo apuraba a mi hijo para que le pague mientras él estaba internado”.

“Cometimos un error, pero que no vuelva a pasar”

Hoy, a un año de la muerte de su esposo, Carmen sigue intentando ingresar al geriátrico para entender lo que pasó, pero no la dejan entrar. “Me dicen que no tengo derechos. ¿Cómo que no tengo derechos? Solo quiero mirar, ayudar. Que nadie más pase por esto”.

El caso de Orlando se suma a otras denuncias sobre el hogar Los Arcos. Carmen pide que las autoridades actúen y que la responsable del lugar no pueda seguir trabajando con personas mayores. “Yo sé que esto no me lo devuelve, pero no quiero que otra familia cometa el mismo error. Porque fue un error, sí, pero no quiero que se repita. Ahí matan a los viejitos. Y eso no puede ser más invisible”.

Esta entrada ha sido publicada el 3 de julio, 2025 12:01

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Etiquetas: hogartestimonios