La escena se repite y se vuelve cada vez más cruda. Esta semana se confirmaron dos nuevos despidos en la sucursal local del Banco Santander, que se suman a los que ya habían sido ejecutados el mes pasado. El número puede parecer pequeño, pero en un equipo de apenas 20 trabajadores, sumando planta física y teletrabajo, el impacto es demoledor.
Los representantes gremiales Fernando García y Pablo Castellano denunciaron públicamente que el banco no sólo está avanzando con despidos “sin justificativo real”, sino que además lo hace con métodos que calificaron como “perversos”.
Uno de los casos más conmovedores fue el de una trabajadora que fue llamada con la excusa de volver al trabajo presencial. “Estaba muy contenta porque pensaba que volvía a la sucursal después de hacer home office. La trajeron con alegría y se fue despedida”, relató Castellano. En otra situación, un empleado fue citado a un hotel bajo el pretexto de una charla sobre objetivos comerciales. Allí lo esperaban autoridades del banco y un escribano para oficializar la desvinculación en el acto.
Desde el sindicato afirman que los despidos están dirigidos principalmente al área comercial, y que muchos de los afectados cumplían con los objetivos exigidos por la empresa. Además, remarcan que entre los desvinculados hay trabajadores con más de 20 y hasta casi 30 años de antigüedad.
“Dicen que la sucursal no cumple con los números, pero no es verdad. Tuvimos incluso un caos climático en marzo que afectó la actividad comercial, y aún así los compañeros rindieron. Esto es una política de ajuste a nivel nacional”, apuntó Castellano.
La preocupación no es exclusiva de Bahía Blanca. Los representantes sindicales aseguraron que la misma situación se está dando en Comodoro Rivadavia, Resistencia, Jujuy y Capital Federal, donde incluso se conoció el despido de una trabajadora con certificado de embarazo. La semana pasada, empleados y delegados realizaron una toma simbólica en la sede central del banco en calle Garay, en la Ciudad de Buenos Aires.
Fernando García, secretario general local, informó que este miércoles habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo y que ya se inició una inspección por parte de esa cartera. Sin embargo, reconoció que las expectativas de revertir los despidos son bajas: “Este banco no negocia. Hace lo que quiere y lo hace de la peor manera”, sentenció.
En ese contexto, a nivel nacional ya se anunciaron jornadas de protesta y paros escalonados para los días 8, 15 y 17 de julio.
