Fue atropellada por dos vehiculos y quiere agradecerle a la enfermera que la contuvo

En Bahía Blanca, una escena que parecía sacada de una pesadilla se convirtió en una historia de dolor, resistencia y gratitud. La semana pasada, Ludmila Mallea fue atropellada por dos autos distintos en la intersección de Chile y Río Negro. Sí, dos. Primero un vehículo la embistió y, cuando ya estaba tendida en el asfalto, otro la pasó por encima sin advertir su presencia.

Las imágenes del momento circularon con fuerza en redes sociales, por la brutalidad de lo ocurrido. Pero contra todo pronóstico, Ludmila sobrevivió sin heridas que requieran cirugía. Fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal, donde permanece internada bajo tratamiento por manejo del dolor, con escoriaciones, lesiones en una vértebra y la cadera, pero sin riesgo vital. Se espera que reciba el alta en las próximas horas.

En medio del shock, el miedo y el dolor, hay un gesto que Ludmila no puede olvidar. Y que quiere hacer público. Una mujer, enfermera, fue la primera en asistirla tras el accidente. La contuvo, la tranquilizó, la sostuvo. “No me dejó sola en ningún momento hasta que llegó la ambulancia”, escribió Lumila en sus redes. “Con tanto dolor no puedo recordar su nombre, solo quiero agradecerle con todo mi corazón. Espero que pueda leer mi mensaje.”

Esa mujer, de la que aún no se sabe la identidad, fue el primer sostén en una situación límite. Y Ludmila quiere encontrarla. No por morbo ni para viralizar su imagen, sino para decirle gracias. De frente. De alma.

Las causas del accidente siguen bajo investigación. Todavía se preguntan, cómo es posible que quien conducía la Ford Ecosport no haya visto el cuerpo de Ludmila ya caído. Algunos sugieren que quizá la conductora levantó la vista para mirar hacia adelante sin notar lo que tenía justo debajo. Sea como sea, hay una certeza: fue un milagro que Ludmila esté viva.