Después de meses atravesados por el silencio, la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca afina sus instrumentos para volver a vibrar en el escenario. El próximo sábado 26 de julio a las 20 horas, en el Teatro Gran Plaza, se presentará con un concierto que promete deslumbrar, un repertorio completamente dedicado a compositores rusos del siglo XIX como Tchaikovsky, Borodin y Rimski-Kórsakov.
“Es un programa realmente muy atractivo para el público, con una sonoridad donde se luce muchísimo la orquesta”, destaca Luis, uno de sus integrantes, convencido de que será una noche cargada de intensidad y emoción. La elección no es casual, los compositores rusos ofrecen obras de gran potencia expresiva y despliegue instrumental, lo que asegura un espectáculo vibrante tanto para el oído experto como para el público general.
Pero detrás del retorno hay más que música. Hay resiliencia. Porque este concierto también marca un hito simbólico en la recuperación cultural de la ciudad. “Fue un año duro, difícil para todos los bahienses. La orquesta no estuvo ajena”, recuerda Luis. El Teatro Municipal, histórica sede de la sinfónica, resultó gravemente afectado por la inundación de marzo. Ese desastre obligó a suspender actividades y repensar toda la temporada.
La solución fue mudarse al Teatro Gran Plaza, un espacio con mejor acústica y mayor capacidad de público. “Hubo un proceso de readaptación. Tuvimos que parar dos meses, pero logramos reactivar la temporada. Este ya será el quinto programa que preparamos”, celebra. Con esfuerzo colectivo y compromiso, la música volvió a ensayar, a resonar, a ocupar su lugar.
Respecto a la curaduría del concierto, Luis aclara que armar una temporada implica ofrecer diversidad, “Tocamos desde compositores alemanes hasta música de películas o jazz. Buscamos que el público pueda degustar distintos estilos, y que la orquesta se mantenga en constante desafío”.
Esta entrada ha sido publicada el 24 de julio, 2025 17:30
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