Gastón Muñoz, un vecino bahiense que fue víctima de una violenta golpiza luego de ser falsamente acusado de acosar a una menor.
Todo comenzó, según el relato del propio Muñoz, cuando ayudó a un niño que se cayó de una bicicleta en el puente peatonal de White. La madre del menor, le agradeció en el momento. Pero horas más tarde, según vecinos, la mujer comenzó a indagar su identidad, lo rastreó en redes sociales y difundió la versión de que él había acosado a su hija.
La acusación nunca fue formalizada. La policía confirmó que no existía ninguna denuncia en su contra. A pesar de eso, al día siguiente, Castro y al menos otras seis personas lo buscaron, lo encontraron en su domicilio y lo golpearon brutalmente. Le quebraron un brazo, le fisuraron costillas y también agredieron a su hija, quien salió en su defensa.
“Me preguntaron el nombre y arrancaron a los palazos”, relató Muñoz. “Cuando les pregunté por qué me pegaban, me dijeron que tenían pruebas y que hacían justicia por mano propia porque la policía no hacía nada”.
Días después, fue atacado nuevamente en la vía pública por personas que lo insultaron, acusándolo de abusador, y lo golpearon con violencia, sufrió un corte profundo en una mano y una fractura en el peroné. “Ya me pegaron dos veces. La tercera me van a terminar matando por algo que no hice”, dijo.
Desde la Fiscalía confirmaron que la causa está en etapa de investigación. Muñoz amplió su denuncia y recurrió a la Defensoría del Pueblo, donde le indicaron que no hay denuncias formales en su contra y que la acusadora, Nadia Castro, ya contaba con antecedentes por denuncias infundadas.
“No hay sustento. Ni la hija me reconoció. Todo está armado. Yo ayudé a esta mujer, y después me quiso culpar de algo que no hice. Lo único que busco ahora es justicia y que no me maten por una mentira”.
Mientras tanto, Gastón Muñoz vive con miedo. Esperando que alguien intervenga antes de que sea demasiado tarde.
Esta entrada ha sido publicada el 29 de julio, 2025 13:09
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