El edil Carlos Alonso, recordó que la iniciativa comenzó con tres proyectos de su autoría, uno de ellos orientado a derogar la actual ordenanza que regula taxis y remises para iniciar un nuevo marco “totalmente desregulatorio”. Ese planteo se unificó con una propuesta del concejal Barrionuevo y fue enviado al Ejecutivo, que recién semanas atrás respondió con un texto propio “sin el espíritu original” de la ordenanza.
“Estamos trabajando en comisión para introducir modificaciones y ponernos de acuerdo con el Ejecutivo. No creo que se trate en la próxima sesión, porque también esperamos el aporte de representantes de Uber y de taxis”, señaló Alonso.
El principal punto de conflicto, según el concejal, radica en que su espacio político busca “una regulación mínima” que equipare condiciones entre las aplicaciones y el servicio tradicional, reduciendo tasas y trabas para los taxistas. “Algunas cosas se han hecho, pero lo próximo será proponer la quita de algunas tasas hasta que la ordenanza sea aprobada”, anticipó.
Sobre las protestas de choferes de taxi, Alonso remarcó que “es positivo que se autoconvoquen”, aunque advirtió que muchas de sus demandas “ya están contempladas en la normativa”. “Las ordenanzas se deben trabajar y votar en el Concejo, con 13 votos si pasa por comisión o 16 si se pide sobre tablas”, concluyó.
