“Nunca es tarde para cumplir un sueño”: dijo Graciela Rojas que se recibió a los 57 años

Después de 13 años de esfuerzo, postergaciones y vida dedicada a su familia, Graciela Rojas cumplió un sueño que parecía lejano: recibió su título de Técnica Universitaria en Acompañante Terapéutica. A sus 57 años, esta madre de siete hijos y abuela de seis nietos celebró su colación apenas unas horas antes de hablar con Canal 7, todavía con la emoción a flor de piel.

La decisión de volver a estudiar nació del incentivo de sus hijas, todas profesionales o en camino de serlo. “Mamá, ahora te toca a vos”, le dijeron, recordándole que había sido el sostén para que ellos alcanzaran sus metas. Cinco de sus hijos ya son graduados universitarios, un técnico en seguridad e higiene, una ginecóloga, una profesora de biología, una bioquímica y una licenciada en fonoaudiología. Otra hija cursa veterinaria y la más pequeña, de 13 años, continúa en la escuela secundaria.

Graciela ya tenía una vocación de acompañar. Durante años trabajó como auxiliar en un jardín de infantes, experiencia que, sumada a su historia familiar, la llevó a elegir la carrera. “Es muy hermosa. Poder ayudar y estar en contacto con la gente es fundamental”, explicó.

Volver a sentarse a estudiar después de tanto tiempo no fue sencillo. “Fue como empezar de cero”, confesó, agradeciendo el apoyo constante de sus hijas, que le explicaban apuntes, leían juntas y la alentaban en cada instancia.

Ahora, con el diploma en mano, Graciela ya piensa en insertarse laboralmente. “Este año no se pudo dar, pero el año que viene a full, a trabajar y seguir acompañando a quienes lo necesiten”, dijo con determinación. Su historia no solo celebra un título, sino también la certeza de que nunca es tarde para aprender, crecer y cumplir los propios sueños.