Como cada 7 de agosto, la iglesia de San Cayetano, ubicada en la esquina de Panamá y Alberti, fue escenario de una de las manifestaciones de fe más sentidas por los bahienses. Cientos de personas se acercaron desde temprano para agradecer, rezar y pedir por trabajo, salud y bienestar.
“Vengo a agradecer, porque nunca me faltó trabajo, y ahora pido por mis nietos”, expresó una uno de los fieles que, como muchos, se acercó con una espiga de trigo en la mano. Otro de los bahienses, aseguró: “Trato de venir todos los meses. Hoy vengo a pedir que estemos bien y que esto mejore”.
“Vengo a dar gracias por tener trabajos y pedir por toda la gente que la está pasando mal”, contó una mujer que se acercó a la parroquia.
La tradición de venerar a este santo tiene raíces profundas en Argentina. Si bien San Cayetano de Thiene fue canonizado en 1671, su vínculo con el trabajo surgió en el país durante la crisis de 1930, cuando el sacerdote Domingo Falgioni lo promovió como intercesor en tiempos de crisis. Fue él quien popularizó la imagen con el Niño Jesús y una espiga de trigo, símbolo que hoy sigue siendo parte del ritual.
San Cayetano nació en Italia en 1480, fue abogado, sacerdote y fundador de una orden religiosa dedicada a los pobres. Murió el 7 de agosto de 1547 en Nápoles. Su legado, marcado por la austeridad, la oración y el servicio, sigue vigente cinco siglos después.
La parroquia permanecerá abierta durante el día para quienes deseen acercarse a orar o participar de las celebraciones litúrgicas programadas. Como cada año, la devoción por San Cayetano trasciende lo religioso y se convierte en un símbolo de lucha y esperanza popular.
Esta entrada ha sido publicada el 7 de agosto, 2025 10:45
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