La Universidad Tecnológica Nacional cumplió 77 años de vida y la Facultad Regional Bahía Blanca lo celebró repasando no solo la historia, sino también los desafíos presentes y futuros.
El decano, ingeniero Alejandro Staffa, recordó que la UTN nació en 1948 con una impronta distinta al resto de las universidades: “Fue creada para formar profesionales para la industria, para desarrollar la industria nacional y darle una oportunidad a los obreros de acceder a la educación superior. Además, desde sus inicios tuvo una distribución federal, comenzaron a abrirse facultades regionales en todo el país”.
Hoy la UTN cuenta con 30 sedes en la Argentina y atraviesa un escenario complejo. Staffa remarcó que la demanda de profesionales en áreas estratégicas, como Vaca Muerta, el petróleo, el gas, las energías renovables y la minería, contrasta con la crisis presupuestaria que atraviesan las universidades, “El sector universitario perdió un 40% de presupuesto. Esto afecta salarios, becas, investigación y la posibilidad de generar conocimiento y publicar. La comunidad académica hace un enorme esfuerzo para que la educación no se detenga, pero reclamamos que el gobierno nacional devuelva lo que se quitó en diciembre de 2023”.
El impacto también golpea a las vocaciones científicas. Según el decano, el cierre de ingresos en CONICET y la falta de financiamiento empujan a muchos jóvenes investigadores a buscar futuro en el exterior, “Sin ciencia y sin tecnología es difícil sostener una nación que aspire a ser desarrollada”.
Pese al panorama adverso, la UTN Bahía Blanca mira hacia adelante. Staffa adelantó que la facultad proyecta nuevas carreras, incubadoras de empresas, innovación tecnológica y un futuro campus en Montevideo y Beruti, en terrenos cedidos por la municipalidad. “Siempre estamos proyectando el futuro, tenemos una visión positiva porque creemos que el estudiante que se está formando debe recibir esa visión”, concluyó.
Esta entrada ha sido publicada el 19 de agosto, 2025 15:18
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