La Universidad Nacional del Sur (UNS) inauguró este jueves la recuperación de dos aulas que habían quedado inutilizadas tras la inundación que afectó a la institución. El trabajo fue posible gracias al aporte de un grupo de graduados y empresas locales que decidieron involucrarse en la reconstrucción de los espacios académicos.
“Lo que empezó el año pasado como una idea, con el tiempo se transformó en un compromiso. La inundación nos obligó a cambiar el foco, había que dar una mano y recuperar aulas para que estudiantes y profesores vuelvan a estar donde tienen que estar. Hoy es el sueño hecho realidad”, expresaron.
En abril se iniciaron los primeros recorridos por las instalaciones dañadas y en mayo se firmó el convenio de cooperación. A partir de allí, se llevó adelante un proceso de reparación que incluyó limpieza de paredes, tratamiento de la mampostería, eliminación de plagas, secado constante de las estructuras y reacondicionamiento integral de los espacios.
“Fue un trabajo titánico, ventiladores día y noche, calefacción encendida los fines de semana, un equipo entero pendiente de cada detalle. No fue fácil, pero se pudo. Y lo más importante: ahora los estudiantes y docentes vuelven a tener un lugar digno para enseñar y aprender”, contó uno de los responsables de las obras.
Desde la UNS destacaron el gesto solidario y el valor del aporte. “Este es el primer espacio recuperado de los 10.000 m² que quedaron bajo el agua y el barro. Lo que hicieron no solo fue un esfuerzo económico, sino también logístico. Es un ejemplo de compromiso social real, que nos llena de orgullo y que marca un camino a seguir”, subrayó un vocero de la institución.
El proyecto, además de devolver aulas a la comunidad universitaria, busca generar un “efecto contagio” para que más egresados y empresas se sumen a colaborar en la recuperación de la UNS.
